Ese es el caso del Sr. NVS (61 años). Según su historial médico, mientras alimentaba a sus pollitos, un gallo saltó y le dio una patada repentina en la cara, causándole una herida con abundante sangrado e inflamación en el pómulo derecho.
Se automedicó en un centro médico local con antibióticos y antiinflamatorios, pero su estado empeoró: la zona lesionada seguía hinchándose, doliendo intensamente y supurando pus y sangre. Una semana después del accidente, fue derivado a un hospital oftalmológico para recibir tratamiento.
A través del examen clínico, el Dr. Trinh The Son, Jefe del Departamento de Planificación General y Gestión de Calidad, dijo que el paciente tenía una hinchazón de absceso generalizada en el área del párpado inferior junto a la raíz de la nariz, dura al tacto y cuando se presionaba, salía pus y sangre de la herida.
Los médicos descubrieron un objeto extraño de tamaño desconocido en el absceso. Inmediatamente, se le indicó al paciente una cirugía de emergencia para limpiar la inflamación y extraer el objeto extraño del absceso.
El objeto extraño extraído sorprendió al personal médico, pues se trataba de un espolón de gallo de 2,8 cm de largo, afilado y desmenuzable, de color marfil. Cabe destacar que el objeto extraño estaba a solo 1 cm del globo ocular y, afortunadamente, no le causó daño.

El objeto extraño es un espolón de pollo extraído de la cara del paciente (Foto: T.D).
El doctor Trinh The Son compartió que este es un caso muy raro en el que el objeto extraño es de gran tamaño, está ubicado en una posición peligrosa y el paciente no lo sabe.
"Los objetos extraños deben eliminarse lo antes posible. La detección tardía de objetos extraños agravará la enfermedad, dificultando la cirugía y el tratamiento postoperatorio, y aumentando el riesgo de complicaciones para el paciente", advirtió el Dr. Trinh The Son.
Tras la cirugía, el paciente recibió antibióticos y antiinflamatorios. Actualmente, el estado de salud del Sr. S. es estable, está lúcido, no presenta dolor y la inflamación ha disminuido significativamente.
Los médicos aconsejan no ser subjetivos con las lesiones faciales, especialmente en la zona cercana a los ojos. En muchos casos, objetos extraños como clavos, espuelas de pollo, madera o pequeños trozos de metal pueden penetrar profundamente en los tejidos blandos, lo que dificulta su detección a simple vista.

La gente no debería ser subjetiva con las lesiones faciales (Foto: T.D).
El tratamiento inadecuado o la detección tardía pueden provocar infección, necrosis tisular, pérdida de la visión y, en algunos casos, pueden ser potencialmente mortales si no se tratan de manera rápida y adecuada.
Anteriormente, un estudiante de 15 años recibió un impacto de bala de hierro que le quedó en el ojo durante varios días sin darse cuenta. Posteriormente, el paciente fue sometido a una cirugía de emergencia para extraerle un objeto extraño metálico de 6 mm ubicado justo debajo de la piel del párpado izquierdo, a escasos milímetros del globo ocular.
Los médicos dicen que si la fuerza del disparo hubiera sido mayor, la bala podría haber impactado directamente en el globo ocular, provocando sangrado en el ojo, desprendimiento de retina o ruptura del globo ocular, llevando a una grave pérdida de la visión.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/nguoi-dan-ong-suyt-mu-vi-bi-ga-trong-nhay-len-da-vao-mat-20250729103853367.htm
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