En lugar de dormir una siesta larga, los pingüinos barbijo la dividen en varias siestas cortas de apenas unos segundos para vigilar constantemente sus huevos y polluelos.
Un pingüino barbijo en la isla Rey Jorge, Antártida. Foto: Paul-Antoine Libourel/Science
Los pingüinos de barbijo ( Pygoscelis antarcticus ) de la isla Rey Jorge, Antártida, duermen más de 10.000 siestas al día. Estas siestas de cuatro segundos les ayudan a vigilar sus nidos, protegiendo sus huevos y polluelos de los depredadores. En total, duermen unas 11 horas al día. El nuevo estudio, realizado por Paul-Antoine Libourel del Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon y sus colegas, se publicó en la revista Science el 30 de noviembre.
En la Isla Rey Jorge, la págalo pardo ( Stercorarius antarcticus ) es uno de los principales depredadores de los huevos de pingüino barbijo. Las págalos pardos suelen capturar huevos desatendidos, principalmente de nidos en la franja.
Las parejas de pingüinos barbijo suelen separarse para buscar alimento: uno se dirige al mar mientras el otro se queda para cuidar el nido. Por ello, el ave doméstica debe vigilar constantemente sus huevos o polluelos, evitando que sean atacados por depredadores como págalos u otros pingüinos.
En el nuevo estudio, el equipo monitoreó a 14 pingüinos con huevos en sus nidos. Utilizaron registradores de datos para medir la actividad cerebral relacionada con el sueño y los cambios en la postura corporal. Los investigadores descubrieron que los pingüinos que cuidaban el nido podían dormir tanto acostados como de pie, y que casi el 72 % de su sueño de ondas cortas (SWS) ocurría en ráfagas de menos de 10 segundos.
Los pingüinos progenitores tienen unos 600 episodios de sueño profundo por hora. Sin embargo, al incubar sus huevos en el nido, experimentan más sueño profundo, dividido en ráfagas más cortas. La profundidad del sueño aumenta ligeramente alrededor del mediodía, cuando el riesgo de depredación puede ser menor.
Otro hallazgo interesante fue que los pingüinos que anidaban en los límites exteriores de la colonia dormían mejor y tenían periodos de SWS más largos que los que anidaban más cerca del centro, contrariamente a lo que el equipo había previsto previamente. Esto sugiere que la necesidad de estar alerta ante depredadores como los págalos podría no ser tan importante. En cambio, los pingüinos que asaltan nidos podrían representar una amenaza más inmediata.
Thu Thao (según IFL Science )
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