El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei
Las conversaciones indirectas entre Teherán y Washington, destinadas a salvar el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis potencias mundiales (incluidos Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania, también conocido como el grupo P5+1), están estancadas desde septiembre de 2022, y ambas partes se acusan mutuamente de hacer demandas irrazonables.
Las declaraciones del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, se produjeron días después de que tanto Teherán como Washington negaran los informes de que estaban cerca de un acuerdo provisional bajo el cual Teherán frenaría su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones.
"No hay nada malo con el acuerdo (con Occidente), pero nadie puede tocar nuestra infraestructura nuclear", dijo Jamenei, citado por los medios estatales iraníes el 11 de junio, según Reuters.
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Un portavoz del Departamento de Estado no quiso hacer comentarios específicos sobre las declaraciones de Jamenei, pero reiteró la postura del gobierno de Biden de que Washington está "comprometido a no permitir jamás que Irán adquiera un arma nuclear". "Creemos que la diplomacia es la mejor manera de lograr ese objetivo de forma verificable y a largo plazo, pero el presidente también ha dejado claro que no descartamos ninguna opción", declaró el portavoz, refiriéndose a la posibilidad de una acción militar .
El acuerdo de 2015 limitó el enriquecimiento de uranio de Irán para dificultarle el desarrollo de armas nucleares, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales impuestas al país.
El expresidente estadounidense Donald Trump se retiró del acuerdo en 2018 y reimpuso sanciones que han paralizado la economía iraní, lo que llevó a Teherán a eliminar gradualmente las restricciones a las que estaba sujeto en virtud del acuerdo. Estados Unidos, Europa e Israel temen que Irán intente construir una bomba nuclear.
Reafirmando la postura oficial de Irán durante años, Jamenei dijo que Teherán nunca ha intentado construir una bomba nuclear.
"Las acusaciones de que Teherán busca armas nucleares son mentiras, y ellos lo saben. No queremos armas nucleares debido a nuestras creencias religiosas. Si no fuera así, Occidente no podría detenerlo", afirmó Jamenei.
El Sr. Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, afirmó que las agencias nucleares iraníes deberían seguir colaborando con el organismo de control nuclear de la ONU. Sin embargo, instó a las autoridades iraníes a no ceder ante lo que calificó de exigencias "excesivas y erróneas" del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y afirmó que debe respetarse una ley aprobada por el parlamento iraní en 2020.
Según la ley, Teherán suspendería las inspecciones del OIEA a sus instalaciones nucleares y aumentaría el enriquecimiento de uranio si no se levantan las sanciones.
El mes pasado, el OIEA informó de un lento progreso en cuestiones disputadas con Irán, incluida la reinstalación de algunos equipos de monitoreo originalmente desplegados en virtud del acuerdo de 2015. Teherán ordenó el retiro de esos equipos el año pasado.
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