Acusaciones de precios de transferencia de alto perfil

En 2016, la Comisión Europea (CE) acusó a Apple, con sede en Estados Unidos, de recibir incentivos fiscales ilegales y la obligó a pagar 14.500 millones de dólares en concepto de evasión fiscal, junto con los intereses correspondientes, conforme a la ley. En consecuencia, se acusó a Apple de trasladar la mayor parte de sus beneficios de sus operaciones europeas a Irlanda, donde los tipos impositivos corporativos son muy bajos. Apple utilizó acuerdos fiscales especiales con el gobierno irlandés para minimizar el importe de sus impuestos.

Los precios de transferencia son un tema importante en el ámbito de la inversión extranjera directa (IED). Se trata del comportamiento mediante el cual las empresas multinacionales (EMN) ajustan los precios de las transacciones internas entre filiales en diferentes países para optimizar sus beneficios y reducir sus obligaciones tributarias.

La investigación sobre precios de transferencia de Apple ha sacudido a Europa durante años. Otras grandes corporaciones como Google, Amazon, Facebook, Nike, McDonald's, Microsoft e Ikea también han sido blanco de acusaciones de prácticas de precios de transferencia y de trasladar beneficios a paraísos fiscales para minimizar los tipos impositivos.

En 2018-2019, el gigante tecnológico Google fue investigado en múltiples ocasiones y acusado de evadir 3.700 millones de dólares en impuestos. Google se enfrentó a una fuerte oposición europea cuando la cantidad de impuestos que debía pagar era demasiado pequeña en comparación con las ganancias que obtenía de este mercado.

Amazon, propiedad del multimillonario estadounidense Jeff Bezos, fue investigada por la Comisión Europea en 2017 por infracciones fiscales y acusada de trasladar la mayor parte de sus beneficios de sus operaciones europeas a Luxemburgo mediante acuerdos fiscales especiales, que permitieron que casi tres cuartas partes de sus beneficios estuvieran exentos de impuestos. La CE ordenó a la empresa tecnológica devolver 250 millones de euros (más de 300 millones de dólares) en impuestos.

Trumpmoney investopedia.jpg
La administración Trump ha recortado drásticamente los impuestos sobre la renta corporativa para incentivar a las empresas a mantener sus ganancias en Estados Unidos en lugar de transferirlas al extranjero. Foto: ITP

Anteriormente, el gigante estadounidense de bebidas Starbucks también fue acusado de obtener muy pocas ganancias en el Reino Unido al pagar altas regalías de marca y costos de materia prima a su filial en los Países Bajos. Esto provocó una disminución de las ganancias en el Reino Unido a pesar de sus altos ingresos.

En 2014, la empresa tecnológica estadounidense Microsoft fue investigada y se descubrió que había transferido ganancias de importantes mercados a un territorio especial de EE. UU., Puerto Rico, que cuenta con políticas fiscales preferenciales. Microsoft utiliza el modelo de venta de derechos de propiedad intelectual para reducir los impuestos a pagar.

Facebook, Ikea, Nike, McDonald's... también están acusados de precios de transferencia, evasión fiscal y maximización de beneficios.

Algunos resultados y experiencias iniciales en la lucha contra los precios de transferencia

Los precios de transferencia han sido un fenómeno común en el mundo durante décadas, especialmente en las corporaciones multinacionales. Sin embargo, su gestión no es sencilla. La mayoría de los casos se estancan o no llegan a un acuerdo, siendo los más efectivos aquellos en los que la corporación tiene su sede en el país de investigación y recaudación de impuestos.

Por ejemplo, en 2017, Apple fue acusada de pagar 14.300 millones de dólares, pero la corporación apeló posteriormente. En 2020, el Tribunal de Justicia de la UE declaró que Apple no tenía que pagar este impuesto. En esa época, Donald Trump era el primer presidente de Estados Unidos. El poder de Estados Unidos puede generar desconfianza en otros países.

En el caso Amazon de 2021, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que la CE no había demostrado que Luxemburgo hubiera otorgado a Amazon una ventaja fiscal ilegal. La CE interpuso un recurso de apelación, pero el caso aún no se ha resuelto.

Nike fue investigada por la UE por precios de transferencia en 2019 por utilizar una filial neerlandesa para la titularidad de derechos de propiedad intelectual, lo que exigía a las filiales internacionales el pago de regalías muy elevadas por el uso de la marca, lo que reducía sus beneficios imponibles. La UE investigó y solicitó a los Países Bajos que ajustaran su política fiscal hacia Nike, pero aún no se ha tomado una decisión definitiva.

En algunos casos, los resultados de las multas no son los esperados. En 2019, Google solo tuvo que pagar 500 millones de euros en multas en Francia.

En 2015, la Comisión Europea condenó a Starbucks a pagar 30 millones de euros en impuestos atrasados a los Países Bajos. Sin embargo, en 2019, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea revocó la decisión, argumentando que la Comisión Europea no había demostrado una infracción.

En cuanto a Microsoft, la corporación debe pagar 28.900 millones de dólares en impuestos al Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos en 2023. Se dice que esta cantidad no se pagó entre 2004 y 2013. Microsoft no estuvo de acuerdo con la solicitud del IRS y continuó apelando.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), muchos países pierden cientos de miles de millones de dólares cada año debido a que las empresas multinacionales trasladan sus beneficios a jurisdicciones con impuestos más bajos. Centros financieros como Irlanda, Suiza, Luxemburgo y las Islas Caimán se han convertido en destinos predilectos para las corporaciones.

Ante los desafíos que plantean los precios de transferencia, muchos países y organizaciones internacionales han implementado medidas de control más estrictas. La OCDE inició el Programa de Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS) con numerosas recomendaciones para limitar los precios de transferencia. Los países han intensificado las restricciones al uso de paraísos fiscales; han endurecido las regulaciones sobre precios de transferencia; han exigido que las transacciones internas entre empresas afiliadas cumplan con el principio de plena competencia; han reforzado la cooperación internacional para detectar transacciones inusuales; y han aplicado un régimen de impuesto mínimo global.

En Estados Unidos, Washington ha implementado la Ley de Abuso de Precios de Transferencia, que exige a las empresas demostrar la legitimidad de su información privilegiada. La administración Trump ha recortado drásticamente el impuesto sobre la renta de sociedades del 35 % al 21 % para incentivar a las empresas a mantener sus beneficios en Estados Unidos en lugar de transferirlos al extranjero.

En el Reino Unido, se aplica un Impuesto sobre las Ganancias Desviadas, que grava con un alto impuesto las ganancias transferidas al extranjero. En India, el gobierno de Nueva Delhi cuenta con un estricto mecanismo de inspección de precios de transferencia, que exige a las empresas presentar informes detallados sobre las transacciones con partes vinculadas.

Sin embargo, esto es solo en teoría. Incluso Estados Unidos y algunos países desarrollados tienen dificultades para abordar este problema. Además de las relaciones recíprocas, los países a menudo intentan atraer IED para promover el crecimiento y crear empleo.

Durante su segundo mandato, el presidente estadounidense Donald Trump emitió una serie de órdenes ejecutivas, entre ellas la reducción de impuestos para las empresas que operan en Estados Unidos y la imposición de aranceles a las importaciones. La prioridad de Trump es atraer flujos de capital a Estados Unidos. En un contexto de países que compiten por atraer IED, resulta difícil aplicar medidas contundentes para aumentar los precios de transferencia.

Donald Trump se da la mano con Putin: ¿un gran juego? ¿Qué mercado explotará? El presidente ruso, Vladímir Putin, y Donald Trump podrían reunirse directamente a finales de este mes, tras la conferencia en Arabia Saudita. El "apretón de manos" entre ambos líderes podría poner fin al conflicto en Ucrania. Este podría ser un gran juego económico.