Telas vietnamitas en el corazón del desierto: el comienzo de un viaje inesperado
En una granja cercana a la ciudad de HaBonim, los lichis de color rojo brillante comienzan a madurar a finales de junio, justo cuando los vientos mediterráneos traen consigo un sol abrasador y la brisa marina salada. Rendimientos de hasta 25 toneladas por hectárea son asombrosos para un cultivo típicamente delicado.
Este es el resultado de casi una década de conquista persistente de la naturaleza por parte de agricultores e ingenieros israelíes, abriendo un nuevo capítulo para la agricultura moderna aplicando alta tecnología.

En la granja cercana a la ciudad de HaBonim, cada finales de junio, el viento mediterráneo trae un sol brillante, que también es el momento en que los racimos de lichi de color rojo brillante comienzan a madurar.
La finca de casi 10 hectáreas de la Cooperativa Bananot Hahof ha entrado en su temporada de cosecha más activa del año. Los racimos de lichis Hong Long, una variedad vietnamita plantada desde 2016, florecen y fructifican uniformemente en terrenos que se creían incapaces de cultivar este difícil cultivo.
La variedad de lichi vietnamita fue introducida en Israel hace más de 15 años, a través del Instituto de Investigación Agrícola ARO y la Asociación de Productores de Lichi.
Sin embargo, no fue hasta que Bananot Hahof mejoró persistentemente el proceso de cuidado, aplicó tecnología de microclima, sistemas de riego por goteo y ajustó las técnicas de floración a un ciclo especial que el árbol de lichi realmente se adaptó.
Los primeros racimos de fruta estables aparecieron después de 3-4 años de pruebas, un éxito que se consideró más allá de las expectativas.
A diferencia de la variedad mauriciana cultivada anteriormente, el lichi Hong Long de Vietnam es más productivo, con frutos grandes, fragantes y dulces que requieren poca intervención técnica. Cada árbol se cuida con una precisión casi perfecta: la luz, la temperatura y la humedad se controlan mediante sensores de microclima en cada zona. Gracias a esto, la finca puede mantener altos rendimientos, incluso superando los estándares de las zonas de cultivo tradicionales.
Cuando llega la temporada de cosecha, los lichis se recogen, se clasifican y se envasan en el lugar, y luego se transportan en camiones refrigerados a Tel Aviv, Haifa, Jerusalén y países europeos.
Los consumidores occidentales adoran la dulzura y el aroma naturales de los lichis vietnamitas, pero también son muy exigentes con la logística, ya que su ciclo de vida tras la recolección es muy corto. Cada paso, desde el transporte hasta el almacenamiento, debe calcularse con precisión, sin margen de error.
Bananot Hahof: un icono de la agricultura israelí de alta tecnología
No solo lichis, Bananot Hahof también es un referente en el campo de la agricultura de alta tecnología en Israel, con cultivos como plátanos, piñas y uvas, cuyas uvas alcanzan un rendimiento de hasta 30 toneladas/ha y están consideradas entre las mejores del mundo . Colaboran con proveedores líderes en tecnología agrícola e invierten fuertemente en investigación y desarrollo para optimizar cada etapa de la producción.
Bananot Hahof es un testimonio viviente de cómo Israel transforma el desierto en un huerto de frutas, donde la inteligencia, la tecnología y la perseverancia se combinan para crear milagros agrícolas que el mundo admira. Y el lichi vietnamita, que ahora esparce su fragancia en medio del desierto israelí, es un símbolo de ese sueño hecho realidad.
Fuente: https://baonghean.vn/ky-tich-nong-nghiep-isarel-vai-thieu-viet-nam-moc-giua-sa-mac-10302172.html
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