Los desafíos y las direcciones estratégicas de los BRICS
La cumbre de los BRICS en Río en 2025 se celebrará en un contexto singular: por primera vez, los nuevos miembros participarán plenamente en las actividades formales tras la ampliación del bloque en 2024. Sin embargo, el nivel de participación de estos países sigue siendo desigual. Los mecanismos de coordinación entre los miembros ampliados y los países fundadores aún no se han estandarizado; mucho depende del papel individual de los liederes y de las capacidades diplomáticas bilaterales, especialmente en las relaciones con Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica.
La ampliación del mando de miembros ha cuestionado la eficacia de la toma de decisiones, que habitualmente se basa en el consenso. El caso del veto de facto de Brasil sobre Venezuela, sin oposición aparente de otros países, ha suscitado el debate sobre la aplicabilidad del voto por la mayoría en situaciones excepcionales. El riesgo de parálisis debido al veto implícito es aún más evidente a medida que los intereses y las orientaciones políticas de los BRICS se diversifican.
Se espera que el tema central de la cumbre sea la reforma del sistema de gobernanza global, en particular de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Los BRICS coinciden en que la estructura actual de las Naciones Unidas, en particular el Consejo de Seguridad, ya no refleja las realidades de poder del mundo del siglo XXI.
Según los BRICS, las principales deficiencias son la falta de representación del hemisferio sur (África, América Latina, el mundo musulmán); el abuso del poder de veto por parte de tres países occidentales (EE.UU., Reino Unido, Francia); el predominio del dólar estadounidense y el poder financiero concentrado en el FMI y las instituciones occidentales.
Sin embargo, los analistas afirman que persisten los desacuerdos internos. Rusia apoya la expansión (priorizando la representación de India, Brasil y África), pero advierte que un Consejo de Seguridad sobredimensionado sería ineficaz. China ha respaldado públicamente la reforma, pero su apoyo a la membresía permanente de India es cuestionable dada la naturaleza de la competencia entre ambos países. Brasil y Sudáfrica también han presionado para obtener puestos permanentes, pero se cree que se enfrenta a la oposición de Estados Unidos y sus aliados europeos. La competencia intrabloque (entre Egipto, Etiopía y Nigeria) y la rivalidad regional (entre Irán y Arabia Saudita) también complican la posibilidad de una postura unificada.
En el Ábito financiero, los miembros del BRICS, incluidos los recién llegados, coincidentes en que es necesario modificar los mecanismos de asignación de cuotas en el FMI y otras instituciones financieras internacionales para reflejar el papel económico actual de los países en desarrollo. Sin embargo, este proceso de reforma se ha prolongado durante años, y los BRICS aún carecen de influencia real para obligar a los países occidentales a ceder su dominio en estas instituciones.
Los temas de seguridad también están en la agenda. La ciberseguridad y la lucha contra el terrorismo podrían generar divisiones, dado el conflicto entre India y Pakistán. China, gracias a su sólida alianza en Pakistán, podría intentar suavizar las reclamaciones de India. En cuanto a los puntos conflictivos globales, la situación en Ucrania, Oriente Medio y África, así como el papel de los BRICS en la promoción de la estabilidad y la seguridad en regiones con yacimientos minerales estratégicos (como el litio en Bolivia), serán temas centrales de las discusiones.
Los BRICS fortalecen la cooperación sustantiva, hacia la autonomía financiera y tecnológica
Según Georgy Toloraya, experto del Centro de Política Mundial y Análisis Estratégico de la Academia Rusa de Ciencias, en la próxima Cumbre de los BRICS se espera que los Estados miembros debatan una amplia gama de áreas de cooperación práctica, centradas en las finanzas, la tecnología, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible. El objetivo es promover nuevos mecanismos para reducir la dependencia del sistema occidental y fortalecer el papel del bloque en el orden económico global.
En primer lugar, reduzca la dependencia del dólar estadounidense. Rusia ha enfatizado recientemente la necesidad de construir un mecanismo de pago sostenible, especialmente en el contexto de las sanciones. Los países BRICS están avanzando hacia el establecimiento de su propio sistema de pagos transfronterizos, desarrollando una moneda digital emitida por un banco central (CBDC) para pagos intrabloque y considerando una alternativa a SWIFT.
Según las estadísticas del gobierno ruso, el uso de monedas nacionales en las transacciones ha alcanzado un nivel alto: solo Rusia registró una participación del 90% de las transacciones en transacciones y monedas nacionales de países "amigos" para fines de 2024. Sin embargo, el proceso de establecer una moneda común de los BRICS no ha avanzado significativamente debido a las preocupaciones de los miembros sobre reemplazar al dólar estadounidense.
En segundo lugar, se seguirá fortaleciendo el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) como instrumento de financiación de infraestructura para los países miembros. También se prevé que el comercio electrónico, una fortaleza emergente de las Economías BRICS, sea prioritaria en la cooperación bilateral y multilateral.
En tercer lugar, garantizar la seguridad alimentaria y responder a las interrupciones en las cadenas de suministro. Los países BRICS buscan minimizar las interrupciones en las cadenas de suministro de alimentos, promover el comercio de productos agrícolas y fertilizantes, y fortalecer la cooperación técnica para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.
En cuarto lugar, deberá equilibrar la innovación y el control en el ámbito de la transformación digital y la inteligencia artificial (IA). El desarrollo de la tecnología digital, en particular la IA, será considerado un área prioritaria. Se prevé la creación de un grupo de trabajo conjunto sobre IA, en el que China propone desarrollar algoritmos; India se centra en la formación de recursos humanos; y Rusia desarrolla aplicaciones de ciberseguridad y defensa.
Sin embargo, las diferencias sobre la soberanía digital y la gobernanza de internet podrían ser un obstáculo. Mientras que India prefiere un modelo abierto, China y Rusia prefieren un sistema controlado.
En quinto lugar, sobre la coordinación de políticas de energía verde y clima. En el ábito del desarrollo sostenible, los países BRICS están considerando la creación de un Fondo de Energía Verde, que financiaría proyectos a través del NBD, como energía hidroeléctrica (Brasil, Rusia), energía solar (India, China), energía eólica (Egipto, Emiratos Árabes Unidos) e hidrógeno (China, Rusia, Brasil).
También está en la agenda una iniciativa para conectar las redes eléctricas regionales de África mediante tecnología china y rusa. Sin embargo, estos proyectos enfrentan obstáculos debido a la falta de uniformidad en los estándares técnicos y la competencia de proveedores occidentales.
Mientras Brasil asume la presidencia y se prepara para ser sede de la 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) (COP30), los BRICS trabajan para construir una postura unificada en este foro. Entre las propuestas se incluyen: (1) Exigir a Occidente que aumente la financiación climática para los países en desarrollo; (2) Establecimiento de un fondo de reemplazo intrabloque; (3) Oponerse a los impuestos unilaterales al carbono, como el CBAM de la UE.
Sin embargo, persisten desacuerdos internos, en particular entre China y los países que piden una rápida transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, o entre India y los países árabes sobre el ritmo de la transición petrolera.
Se espera que la cumbre BRICS 2025 establezca directrices concretas en diversas áreas que tendrán un impacto a largo plazo en la estructura económica y tecnológica global. Si bien la cooperación se está expandiendo y profundizando, persisten importantes diferencias internas, especialmente en cuestiones financieras, digitales y climáticas. El éxito de los BRICS dependerá de su capacidad para armonizar los intereses de sus miembros, así como de su capacidad para construir instituciones alternativas eficaces en un mundo que transita hacia un modelo multipolar.
Hung Anh (colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/hoi-nghi-thuong-dinh-brics-tai-brazil-dinh-hinh-trat-tu-moi-trong-the-gioi-da-cuc-254130.htm
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