Como muchas partes del mundo , América Latina y el Caribe enfrenta el desafío del envejecimiento poblacional, uno de los principales fenómenos demográficos de la sociedad moderna.
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), debido a la disminución de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida, para 2024 habrá 95 millones de personas de 60 años o más viviendo en América Latina y el Caribe, lo que representa el 14,2% de la población total. Esta cifra aumentará a 114 millones de personas, lo que representa el 16,6% de la población total, para 2030. De estas, se prevé que el grupo de 80 años o más aumente de 12,5 millones en 2024 a 16,3 millones en 2030.
El envejecimiento de la población y la reducción del tamaño de las familias plantean desafíos para las políticas públicas de protección social, salud y mercado laboral, donde muchas personas mayores permanecen activas más allá de la edad de jubilación debido a pensiones insuficientes y la falta de otras fuentes de ingresos, afirmó el experto de la CEPAL, Cecchini. Por lo tanto, para afrontar el envejecimiento de la población en América Latina, la principal preocupación de los gobiernos es implementar reformas, como la reforma previsional, sin afectar negativamente las variables macroeconómicas que normalmente garantizan la sostenibilidad fiscal.
La mayoría de los países latinoamericanos han demostrado éxito en la reducción de los déficits fiscales y el mantenimiento de las cuentas públicas. Por ejemplo, Uruguay y Chile tienen al 90% y al 85% de sus poblaciones mayores de 65 años cubiertas por una pensión contributiva (financiada por el empleado) o no contributiva (financiada por el empleador), respectivamente, mientras que las tasas de pobreza se mantienen por debajo del 3% en este sector. Al mismo tiempo, los gobiernos han mantenido bajos déficits fiscales y deuda, a la vez que mantienen buenas variables macroeconómicas, bajo riesgo país y alto crecimiento en los últimos años. Sin embargo, en Brasil y Argentina, el 93% y el 85% de sus poblaciones mayores de 65 años están cubiertas por una pensión contributiva o no contributiva, respectivamente, mientras que las tasas de pobreza se mantienen por debajo del 7% y el 3%. Los problemas derivados de los altos déficits presupuestarios están poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica de los países. El mismo problema ocurre en economías más pequeñas como Bolivia.
Además de los problemas asociados con los déficits presupuestarios, estos países también enfrentan altos niveles de deuda, lo que exige una cuidadosa consideración de sus posibles consecuencias, como lo demuestra el precedente histórico. Si bien los recortes de los tipos de interés en las principales economías pueden facilitar la gestión de la deuda, la desaceleración económica de China representa una amenaza para el desempeño exportador y el crecimiento económico general de estos países.
Sin embargo, en términos de oportunidades, el envejecimiento de la población también impulsa la demanda de productos y servicios, creando oportunidades significativas tanto para los mercados globales como locales. Esto conducirá al desarrollo de la «economía plateada», definida como el sector de la economía centrado en las necesidades de las personas mayores, incluyendo oportunidades en áreas como la telemedicina, las tecnologías de la información y la comunicación, el turismo, los sistemas de domótica, la atención sanitaria y la atención domiciliaria. Este enfoque también promueve un envejecimiento saludable y activo.
CHI FELIZ
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Fuente: https://www.sggp.org.vn/gia-hoa-dan-so-o-my-latinh-thach-thuc-va-co-hoi-post763275.html
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