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Los incendios forestales no son un fenómeno nuevo. Pero ahora son cada vez más frecuentes y prolongados, en parte debido al cambio climático. ¿Qué se puede hacer para prevenir esta amenaza?
Uso de drones para controlar incendios forestales en Finlandia |
Una realidad preocupante
Los incendios han asolado Canadá durante meses, y los bomberos locales y los equipos de ayuda internacional luchan por contenerlos. Cerca de 10 millones de hectáreas de bosque han ardido, generando enormes columnas de humo sobre partes de Norteamérica. Grandes incendios también se han extendido a Italia, Grecia y España en los últimos días.
Con el calor y los vientos adversos, la agencia meteorológica española Aemet ha advertido de más incendios importantes. En el hemisferio sur, los enormes incendios del verano australiano 2019-2020 quemaron casi 24 millones de hectáreas de bosque. Y a medida que estas continúan calentándose por el aumento de la quema de combustibles fósiles, estos incendios se agravarán, poniendo en peligro a más personas y fauna.
El mundo no está en vías de reducir el riesgo de incendios forestales y lo que se necesita ahora es una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, según Hamish Clarke, ecólogo sénior de la Universidad de Melbourne (Australia). Clarke ha advertido sobre el riesgo de incendios forestales en Australia, argumentando que el cambio climático está superando la capacidad de adaptación de los sistemas ecológicos y sociales y que el control de incendios forestales es ineficaz.
Medidas necesarias
Para mejorar la protección forestal, según los expertos, además de reducir las emisiones, es necesario implementar simultáneamente muchas otras medidas. En primer lugar, la quema controlada o prescrita de vegetación forestal, generalmente durante los meses fríos, ayuda a reducir el riesgo de incendios forestales en verano al reducir la cantidad de combustible disponible. En países propensos a incendios forestales, como Estados Unidos, Australia, Portugal, España, Canadá, Francia y Sudáfrica, esta es una estrategia de control de incendios forestales que se ha probado durante décadas.
El método, denominado reducción de riesgos, es muy eficaz para reducir la intensidad y la gravedad de los incendios forestales, afirmó Víctor Resco de Dios, catedrático de Ingeniería Forestal de la Universidad de Lérida (España). Añadió que la quema controlada de pasto seco en condiciones frescas es más eficaz a gran escala.
Sin embargo, con el aumento de las temperaturas globales, esto debe hacerse con cuidado o podría descontrolarse. Una quema controlada reciente en Nuevo México, EE. UU., resultó en el peor incendio forestal en la historia del estado. Posteriormente, el director del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de EE. UU., Randy Moore, anunció una moratoria a las quemas planificadas en los bosques nacionales de todo el país.
El segundo enfoque consiste en utilizar la tecnología para combatir grandes incendios. Los satélites operados por la NASA han ayudado a los bomberos a rastrear los incendios a medida que se propagan por el planeta. Los drones también se han convertido en una herramienta eficaz de alta tecnología para la extinción de incendios. Finlandia, donde los bosques cubren el 75 % de la superficie terrestre, ha desplegado drones de forma eficaz para monitorear los incendios forestales.
Finlandia está desarrollando una nueva tecnología de drones basada en inteligencia artificial (IA) para detectar rápidamente incendios forestales y proporcionar pronósticos situacionales durante la extinción, según la profesora Eija Honkavaara, del Instituto Finlandés de Investigación Geoespacial (NLS), miembro del equipo de investigación responsable del proyecto. Si bien los drones proporcionan datos remotos en tiempo real, también están equipados con sensores que pueden ver a través del humo para detectar la magnitud exacta del incendio. Una buena conexión a internet es esencial en zonas remotas.
En tercer lugar, según los expertos, los ecosistemas forestales son vulnerables, por lo que es necesario adaptarse a los frecuentes incendios forestales mediante la plantación de especies vegetales más resistentes a la sequía y al clima. Según el profesor Resco de Dios, es necesario plantar más especies resistentes a la sequía. Una investigación sobre los incendios forestales del verano de 2021-2022 en Australia mostró que la capacidad de regeneración efectiva de más de 250 especies vegetales está disminuyendo debido a la creciente frecuencia de los incendios. Los científicos señalan que el clima ya no es propicio para muchas especies arbóreas que evolucionaron a principios de este siglo, por lo que debería iniciarse la planificación para nuevas especies.
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