Se han advertido graves consecuencias.
«Se acerca el invierno». Esta frase, que podría asociarse con la legendaria serie de televisión «Juego de Tronos», apareció en las palabras de un representante noruego en la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de noviembre de 2019.
Cinco años después, esas palabras aún resuenan, aunque en circunstancias globales diferentes. Se ha producido un retroceso del libre comercio y, en cambio, el mundo ha presenciado un auge del proteccionismo que podría conducir a una división en bloques económicos rivales.
Las guerras arancelarias y el creciente proteccionismo podrían provocar el colapso de la OMC y costarle al mundo billones de dólares. Foto: Reuters
Las consecuencias se pueden ver en la tensa relación entre la Unión Europea (UE) y China a raíz de los aranceles impuestos por Bruselas a los coches eléctricos del país asiático. La situación se ha agravado hasta el punto de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sugerido que la Comisión Europea debería reconsiderar su postura al respecto para evitar otra guerra comercial.
Si las disputas arancelarias continúan y la fragmentación avanza, la Organización Mundial del Comercio (OMC) podría colapsar, causando pérdidas monetarias de hasta billones de dólares, según la analista económica Denisse López del diario El País.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que, si se materializase el escenario descrito, el producto interior bruto (PIB) mundial caería hasta un 7% a largo plazo, o aproximadamente 7,4 billones de dólares, equivalentes al tamaño de las economías francesa y alemana juntas. De igual manera, un informe reciente de Oxford Economics concluyó que una hipotética disolución de la OMC reduciría el PIB en todas las regiones del mundo entre un 1% y un 6,5% para 2030.
El auge del proteccionismo
Estas cifras ponen de relieve los efectos devastadores que puede tener la fragmentación económica global. En los últimos años, las diferencias geopolíticas, la pandemia de COVID-19 y la crisis inflacionaria han generado mayores barreras al comercio y la inversión.
Global Trade Alert estima que se han producido cerca de 27.000 intervenciones gubernamentales en el comercio internacional en los últimos cinco años, mientras que las Naciones Unidas informan de una caída significativa de la inversión europea y estadounidense en China. La agencia también advierte que tanto las empresas como los países se muestran más reacios a compartir avances tecnológicos e integrar las cadenas de suministro con países que consideran adversarios geopolíticos.
La guerra comercial que se libra desde 2018 entre Pekín y Washington es otro claro ejemplo, que alcanzó nuevas cotas con el arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos anunciado por el gobierno de Joe Biden en mayo.
Tal medida podría interpretarse como una exclusión de los fabricantes chinos del mercado estadounidense. Incluso la Comisión Europea ha insinuado algo al respecto, intentando distanciarse de tales iniciativas incluso después de seguir inicialmente los pasos de Washington, aumentando los aranceles hasta un 48 % a los automóviles importados de Pekín.
En mayo de este año, Estados Unidos anunció aranceles de hasta el 100 % a los vehículos eléctricos fabricados en China. Foto: Politico
Bruselas afirma que la medida busca igualar las condiciones para los fabricantes europeos frente al gigante asiático, pero no expulsar a China del mercado, como probablemente ocurrirá tras la decisión estadounidense. Sin embargo, los analistas creen que podría ser solo el comienzo de una escalada en las tensiones comerciales entre los bloques, lo que evitaría que sus empresas y tecnologías "verdes" se queden atrás de sus competidores.
Bruselas presentó recientemente su documento más detallado hasta la fecha sobre cómo las subvenciones estatales chinas afectan a los fabricantes regionales. «Este informe pretende sentar las bases y mostrar cómo y por qué Europa está cambiando sus políticas», declaró uno de los expertos de Bruselas en este tema.
Cuanto más fragmentado, más dañado
Muchos expertos dudan de que los beneficios de esta mayor competencia geopolítica superen sus efectos negativos. Economistas y organizaciones internacionales advierten que cuanto mayor sea esta desglobalización, mayores serán sus costos.
La OMC concluyó en 2022 que, si el mundo se dividiera en dos bloques comerciales separados, el PIB mundial caería un 5 %. El FMI ha señalado que el impacto en la industria manufacturera mundial oscilaría entre el 0,2 % y el 7 % del PIB mundial en caso de una grave fragmentación comercial.
Si a esto se suma el impedimento al progreso científico —el llamado «desacoplamiento tecnológico»—, las pérdidas podrían dispararse hasta el 12 % del PIB en algunos países. El impacto podría ser tan grande que presionaría el sistema monetario mundial y conduciría a la «regionalización financiera».
El portacontenedores Evergreen, que permaneció atascado en el Canal de Suez durante seis días en 2021, tuvo un gran impacto en el comercio mundial. Foto: WSJ
Según Oxford Economics, el PIB anual caería más del 5% a largo plazo en los países en desarrollo si este aumento del proteccionismo provocara el colapso de la OMC. África y el sur de Asia serían las regiones más afectadas por dicha recesión económica, con pérdidas potenciales de más del 6% del PIB.
Pero el daño no se limitaría a los países en desarrollo; las grandes potencias también se verían lastradas por la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales, especialmente expuestas en tiempos de crisis, como una nueva pandemia o los combates en Ucrania. Según estas estimaciones, la productividad europea caería alrededor de un 1,5 %.
Más allá de estas cifras, existen posibles riesgos para la seguridad, la alimentación y la energía. El bloqueo ruso a las exportaciones de trigo ucraniano en 2022 fue un factor clave en el aumento del 37 % en los precios mundiales de los granos. Esto elevó los precios de otros alimentos, poniendo en alerta máxima a muchos países que dependen de sus suministros. Las restricciones a las exportaciones de gas ruso también han provocado la mayor crisis energética mundial de la historia.
Todos estos son ejemplos vívidos del impacto del comercio fragmentado en el mundo. Por lo tanto, las advertencias de los economistas sobre las consecuencias del proteccionismo y las guerras arancelarias quizás no sean demasiado tempranas ni exageradas.
Quang Anh
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Fuente: https://www.congluan.vn/cuoc-chien-thue-quan-co-the-khien-wto-sup-do-va-gay-thiet-hai-hang-nghin-ty-usd-post313407.html
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