Tras la fusión de las unidades administrativas a nivel comunal, la localidad se ha centrado en implementar soluciones coordinadas para prevenir el contrabando, las falsificaciones y los productos falsificados, especialmente en las zonas fronterizas. La policía comunal se coordina con la Estación de Guardia Fronteriza de Thong Thu y las agencias competentes para patrullar y controlar regularmente el paso fronterizo de Thong Thu, las entradas y las rutas principales. Además, se ha intensificado la labor de propaganda en cada aldea y cada hogar para concienciar sobre la importancia de la aplicación de la ley, la prohibición del contrabando y el consumo de productos falsificados y alimentos nocivos.
La compraventa de productos falsificados no solo se da directamente, sino que también se propaga por internet. Muchos usuarios aprovechan sitios web y Facebook para comercializar con productos de baja calidad, perjudicando a los consumidores, especialmente en zonas remotas donde la concienciación es limitada. Por lo tanto, es necesario dar a conocer la identidad de las páginas infractoras en los medios de comunicación para que las personas puedan identificarlas fácilmente y estén más alertas al comprar en línea.
Las autoridades inspeccionan y sancionan a los negocios que venden productos de mala calidad. Foto: Thu Huyen
Además, las autoridades deben coordinarse estrechamente para supervisar e inspeccionar las plataformas de comercio electrónico y las redes sociales, y abordar las infracciones con prontitud y rigor. La prevención y la represión proactivas desde la raíz son un factor clave para proteger los derechos de los consumidores, a la vez que contribuyen a mantener la estabilidad del mercado en las zonas fronterizas.
La comida contaminada se está infiltrando en todas las comidas de las personas, especialmente de grupos de bajos ingresos como estudiantes y trabajadores. Veo que en las residencias de trabajadores y en los mercadillos de las escuelas, es fácil encontrar puestos que venden carne, pescado, verduras y tubérculos sin etiquetar, de origen desconocido. Alimentos procesados como salchichas fritas, carne asada y pescado frito se venden abiertamente en las aceras, pero no garantizan en absoluto la higiene ni la seguridad alimentaria. Algunos productos incluso muestran signos de deterioro, pero se siguen consumiendo a diario por su precio y comodidad. Lo preocupante es que muchas personas de bajos ingresos todavía se ven obligadas a asumir riesgos, consumiendo alimentos que suponen un alto riesgo para su salud.
La amplia disponibilidad de alimentos de origen desconocido sin un control estricto por parte de las autoridades está causando desorientación y preocupación a los consumidores. Las inspecciones y la gestión de infracciones en mercados temporales y de segunda mano son actualmente escasas y una mera formalidad. Mientras tanto, la demanda de comida rápida y barata es constante, lo que propicia la persistencia de productos de baja calidad.
La comida callejera es variada y llamativa, pero no es segura. Foto: Quang An
Es hora de que las autoridades tomen medidas más drásticas en materia de inspección y gestión; al mismo tiempo, intensifiquen la propaganda en las escuelas sobre las habilidades para elegir alimentos limpios. Garantizar la inocuidad alimentaria no solo implica proteger la salud, sino también ser responsables con las generaciones futuras.
Veo que se descubren muchos casos de productos falsificados y alimentos de origen desconocido, pero la mayoría solo reciben sanciones administrativas, multas de decenas de millones y luego siguen operando. Mientras tanto, los consumidores sufren al comprar medicamentos falsificados y alimentos contaminados, poniendo incluso en peligro sus vidas. Creo que deben implementarse sanciones estrictas, multas lo suficientemente disuasorias, un valor varias veces superior al del envío infractor, la recuperación de todas las ganancias ilegales e incluso un proceso penal en casos graves.
Además, propongo difundir en los medios de comunicación la lista de establecimientos de producción y comercio infractores para que la gente los conozca y los evite. También es necesario aumentar la responsabilidad de las autoridades locales y la gestión del mercado a todos los niveles. Si la situación de los productos falsificados persiste, se deben considerar las responsabilidades de la gestión. Solo así se podrán proteger los derechos y la salud de los consumidores.
La situación actual de productos falsificados y falsificados está en auge, causando graves perjuicios a los consumidores, especialmente a quienes viven en zonas rurales y remotas. Distinguir entre productos auténticos y falsificados no es fácil, y la información y las instrucciones son muy limitadas.
Es necesario dotar a la gente de conocimientos sobre cómo identificar productos falsificados, porque hoy en día la falsificación no se trata simplemente de copiar envases sino que también es lo suficientemente sofisticada como para tener sellos anti-falsificación y códigos QR como los productos genuinos.
En los mercados de Nghe An se venden abiertamente numerosos artículos baratos, de origen desconocido y de marcas falsificadas. Foto: QA
En lugar de simples advertencias generales, las autoridades deberían organizar programas de propaganda específicos a través de programas de televisión, redes sociales o sesiones de instrucción directa en mercados, escuelas y zonas residenciales. Indiquen claramente qué productos son falsificados, cómo distinguirlos mediante sus características y cómo verificar el código de barras para que la gente pueda comprenderlos fácilmente y evitarlos de forma proactiva. La gente no puede protegerse sin el apoyo de las agencias de gestión y las empresas legítimas.
Fuente: https://baonghean.vn/cu-tri-nghe-an-kien-nghi-cong-khai-danh-tinh-cac-truong-hop-vi-pham-ve-hang-gia-hang-kem-chat-luong-10301918.html
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