El periódico The Nation informó que el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, expresó su determinación de llevar a cabo el proyecto del viaducto que conecta el Golfo de Tailandia y el Mar de Andamán, con un valor de casi 30 mil millones de dólares.
Según Thavisin, este puente ayudará a mejorar la competitividad, garantizar la seguridad energética y colocar a Tailandia “en el mapa de numerosos países que desean utilizar a Tailandia como base de producción para la exportación”.
El proyecto del viaducto incluye el desarrollo de puertos en la provincia de Ranong en la costa oeste y en la provincia de Chumphon en la costa este, junto con la construcción de autopistas y ferrocarriles dedicados al transporte de mercancías.
Un estudio realizado por el gobierno anterior identificó las ubicaciones para ambos puertos: uno en Laem Riew Point, provincia de Chumphon, en el Golfo de Tailandia, y el otro en Laem Ao Ang Point, provincia de Ranong, en la costa de Andamán. El puente podría facilitar el creciente tráfico en el Estrecho de Malaca, por donde pasa el 60 % del petróleo transportado por mar a nivel mundial .
El Estrecho de Malaca es un lugar frecuente de congestión, ya que los buques portacontenedores deben esperar largos periodos para atravesar la vía fluvial. Dado que se prevé que el volumen de contenedores que transitará por el estrecho aumentará en los próximos 10 a 15 años, la congestión podría agravarse, dificultando el transporte de petróleo. El primer ministro tailandés afirmó que el puente podría impulsar la capacidad del país para exportar productos de producción nacional, y que el proyecto atraería inversiones de algunos de los principales países productores de petróleo del mundo.
Según medios tailandeses, el proyecto podría crear 280.000 empleos locales y tener una capacidad de transporte anual de 10 millones de contenedores una vez finalizado. Ante la intensificación de la competencia entre China y Estados Unidos, el Sudeste Asiático se ha convertido en un foco de inversión debido a sus menores costos de producción y su gran población, de más de 600 millones de habitantes. Sin embargo, los observadores han expresado su preocupación por la posibilidad de que las evaluaciones ambientales y los daños a las empresas agrícolas existentes obstaculicen la construcción. Además, el capital de inversión también es un problema, ya que los inversores de capital riesgo se muestran cautelosos ante la situación económica actual.
PERLA
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