Según el Decreto 109 emitido por el Gobierno en 2023, cada universidad desarrollará su propia normativa sobre integridad académica y soluciones para gestionar este tema.
Integridad académica
Según la normativa, las universidades deben basarse en la práctica de la unidad, las prácticas internacionales de gestión de la investigación científica y otras normativas legales al investigar y emitir requisitos internos específicos y detallados. La revisión de la integridad académica también requiere la participación de departamentos muy especializados, como el consejo de integridad académica y el comité de ética de la investigación.
Las normas de integridad académica deben aclarar las infracciones básicas, como el fraude, la invención de información falsa y el plagio. Los tipos de fraude más comunes en la investigación científica incluyen la falsificación de información sobre autores, resultados de investigación y agencias/organizaciones en productos científicos, o la distorsión del rol, la posición y la contribución de autores y organizaciones en productos científicos.
Integridad académica. (Ilustración)
El hecho de que un profesor de tiempo completo de la Universidad X publicara un artículo científico en la Universidad de Medicina ha generado numerosos debates multidimensionales. En cuanto a los principios de gestión, los profesores de tiempo completo deben escribir el nombre de la universidad para la que trabajan y no pueden usar arbitrariamente los nombres de otras agencias u organizaciones en publicaciones científicas.
Este problema se puede resolver completamente mediante uno de los siguientes modelos:
En primer lugar, cuando un profesor de tiempo completo de la Universidad X publica un artículo científico internacional con el nombre de la Universidad Y sin ningún acuerdo formal (como un contrato de trabajo o una colaboración de investigación), este profesor puede incurrir en el delito de falsificación de información sobre la agencia/organización en el producto científico. Al menos una universidad (X o Y) puede sancionar esta conducta del profesor de tiempo completo de acuerdo con su normativa de integridad académica.
En segundo lugar, el profesor titular de la Universidad X debe cumplir con las leyes y normativas pertinentes en el desempeño de sus funciones. Para firmar un contrato de trabajo o colaborar en investigaciones con la Universidad Y, este profesor titular debe contar con el consentimiento del director de la Universidad X. Sin embargo, la Universidad Y no puede utilizar la información de este profesor para comunicar datos a organismos de gestión con el fin de que se apliquen criterios basados únicamente en el personal titular.
En tercer lugar, dado que la Universidad X invierte en proyectos de investigación, podría haber grandes cantidades de financiación y requisitos para los productos de investigación de este proyecto. Si un profesor a tiempo completo de la Universidad X puede firmar un contrato de investigación adicional con la Universidad Y y esta persona está relacionada con el proyecto de investigación mencionado, el uso del nombre de la Universidad Y en artículos científicos debe ser aprobado por la Universidad X.
En cuarto lugar, la Universidad Médica está autorizada a utilizar los resultados de investigación en los casos en que exista financiación para los profesores y se firme un contrato de trabajo de acuerdo con la normativa aprobada por la Universidad X.
Esto puede considerarse para su implementación según el modelo del Fondo de Desarrollo de Ciencia y Tecnología estipulado en el artículo 22 del Decreto 109, en caso de que las universidades necesiten cooperar con recursos externos para construir una fortaleza interna sostenible y de largo plazo.
La implementación de estos modelos debe basarse en la normativa interna de las universidades correspondientes (X e Y), especialmente la normativa sobre integridad académica según el Decreto 109 del Gobierno.
La solución fundamental para resolver disputas y evitar que los profesores titulares vendan artículos científicos es promulgar regulaciones sobre la gestión de la investigación científica.
Por el contrario, cuando surgen problemas en la gestión de la investigación, esto puede generar confusión sobre cómo resolverlos o dar lugar a discusiones interminables. Esto puede causar un gran perjuicio a los profesores y a las universidades.
Investigación científica y rankings universitarios
Los rankings universitarios mundiales son una medida fundamental para posicionar a las universidades a nivel global. En cuanto a las mediciones, siempre hay espacio para el debate, ya que es difícil contar con una medida integral para un concepto que requiere medición.
Con prestigiosos rankings universitarios a nivel mundial como ARWU, US News, SCImago, THE o QS, los criterios de investigación científica claramente representan una proporción. Esta proporción es alta o baja según el ranking.
Los rankings universitarios son un importante canal de referencia, pero también existen muchas opiniones sobre la discrepancia entre los resultados de los rankings y la calidad/clase real de las universidades.
Investigación científica y rankings universitarios. (Foto ilustrativa)
En realidad, las universidades, especialmente las de países en desarrollo, pueden necesitar ciertas tácticas para entrar en prestigiosos rankings universitarios mundiales. Estas universidades difícilmente cuentan con las condiciones para recibir inversión sistemática y un desarrollo simultáneo.
El interés del público en los rankings mundiales y la calidad real es completamente legítimo y refleja el deseo de logros reales y de verdadera clase.
Los últimos 10 años de experiencia han demostrado que desarrollar investigación en universidades vietnamitas, publicar artículos científicos en revistas de prestigio y entrar en prestigiosos rankings universitarios es totalmente viable. Sin embargo, el desarrollo y los logros deben estar a la altura de la clase real. Esta es una expectativa legítima de toda la comunidad.
En la investigación científica, si se limita al producto sin transferirlo eficazmente, es un desperdicio. En las universidades, transferir los resultados de la investigación en forma de nuevo conocimiento a los estudiantes es la principal vía para mejorar la calidad real. A partir de ahí, los productos de la investigación pueden contribuir tanto a mejorar el nivel real como a la clasificación de las universidades.
Después de todo, la verdadera modernización mediante la transferencia de tecnología, donde la transferencia de conocimiento, como se mencionó, es una mera formalidad, es mucho más difícil que modernizar una universidad. Esto representa un verdadero desafío para las universidades, especialmente las de los países en desarrollo.
En resumen, las universidades deberían invertir en investigación de políticas para desarrollar normativas internas coherentes con las normas generales del Estado. Las escuelas necesitan aumentar los ingresos de sus profesores, especialmente de aquellos con buena capacidad de investigación, para que puedan trabajar con tranquilidad sin tener que firmar contratos adicionales con otras organizaciones.
Es necesario complementar con prontitud e implementar eficazmente la normativa sobre propiedad intelectual e integridad académica, en la que se priorice el desarrollo de los recursos internos y se requieran también habilidades técnicas y tácticas, pero es necesario determinar que el destino siguen siendo los recursos internos.
Las universidades se centran en mejorar la transferencia de tecnología de sus productos de investigación para construir una verdadera calidad y distinción. Los rankings universitarios mundiales son muy necesarios, pero se requiere paciencia para que la clasificación y la distinción reales sean similares.
Dr. Le Van Ut
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