Esta nueva cepa de la variante Omicron porta más de 35 mutaciones genéticas en partes clave del virus en comparación con XBB.1.5, la variante dominante durante la mayor parte de 2023.
La variante BA.2.86 se detectó por primera vez en Dinamarca el 24 de julio tras infectar a un paciente con riesgo de enfermedad grave y secuenciar su genoma. Desde entonces, se ha detectado BA.2.86 en otros pacientes sintomáticos durante controles rutinarios en aeropuertos y en muestras de aguas residuales de varios países.
En su primera entrevista con periodistas sobre la variante BA.2.86, Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para la COVID-19, afirmó que el número de personas infectadas con la variante sigue siendo bajo. Sin embargo, los casos notificados no están relacionados entre sí, lo que sugiere que la variante BA.2.86 se ha propagado más ampliamente en medio de una reducción significativa de las pruebas de COVID-19 en todo el mundo .
Los científicos están probando y determinando la eficacia de las vacunas actualizadas contra la COVID-19 contra la variante BA.2.86, añadió Van Kerkhove. También señaló que las vacunas contra la COVID-19 son más eficaces para prevenir la enfermedad grave y la muerte que para prevenir la reinfección. Mientras tanto, la viróloga neerlandesa y asesora de la OMS, Marion Koopmans, afirmó que el mundo se encuentra en una etapa muy diferente de la pandemia que cuando estalló.
En Estados Unidos, el Dr. Nirav Shah, subdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dijo que después de descubrir la nueva variante BA.2.86 la semana pasada, la agencia mantuvo varias reuniones con científicos y emitió una evaluación de riesgos (de la variante) el 23 de agosto. Hasta el 23 de agosto, se habían detectado nueve casos de BA.2.86 y la variante también se encontró en aguas residuales en Suiza.
La revisión reveló que las pruebas y vacunas actuales parecen ser eficaces contra la variante BA.2.86, aunque esta podría ser más infecciosa en personas vacunadas y con antecedentes de COVID-19. No hay evidencia de que la variante BA.2.86 cause una enfermedad más grave.
Decenas de científicos de todo el mundo creen que es improbable que la BA.2.86 cause una ola de enfermedades graves y muertes debido a las defensas inmunitarias que se han desarrollado a nivel mundial gracias a la vacunación y a infecciones previas por COVID-19. Tampoco hay evidencia de que la BA.2.86 cause una enfermedad más grave. Sin embargo, los expertos enfatizan la necesidad de considerar con cautela los posibles riesgos de la BA.2.86 y continuar monitoreando esta nueva variante.
Minh Hoa (t/h según VTV, periódico Tin Tuc)
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