Tras el gol anulado por el VAR, Shin Tae-yong y su equipo perdieron 0-2 ante Uzbekistán en las semifinales la noche del 29 de abril a pesar de tener pocos jugadores.
* Goles: Norchaev 68', Arhan 86' (autogol). Tarjeta roja: Ridho 84'.
La derrota significa que Indonesia perderá la oportunidad de llegar a la final y convertirse en el primer equipo del Sudeste Asiático en clasificarse para los Juegos Olímpicos de la era moderna. La nación del archipiélago aún puede lograrlo si gana el partido por el tercer puesto el 2 de mayo. Mientras tanto, Uzbekistán ha demostrado una vez más su destreza en el torneo continental sub-23, alcanzando la final por tercera vez en las últimas cuatro ediciones. Se enfrentará al ganador de la semifinal entre Japón e Irak.
El ataque con saques de banda no ayudó a Indonesia a ganar, a pesar de causarle muchas dificultades a Uzbekistán. Foto: AFC
Al llegar al partido como desfavorecidos, Indonesia tomó la iniciativa, defendiendo con firmeza y esperando oportunidades en los contraataques. Siempre que tenían el balón, se lo pasaban inmediatamente a Witan Sulaeman para que este pudiera acelerar por la banda izquierda. En un ataque tan inesperado, el representante del Sudeste Asiático creyó que le marcarían penalti tras una entrada de Abdukodir Khusanov a Witan. Sin embargo, tras revisar el VAR, el árbitro determinó que el centrocampista uzbeko había tocado el balón.
Además del contraataque, Indonesia intentó abrir el marcador con los saques largos de Pratama Arhan, y casi lo consigue. En el minuto 61, tras complicar la situación con un saque largo, Arhan centró, provocando que el portero Abduvohid Nematov le quitara el balón de un puñetazo. Aprovechando la oportunidad, Ramadhan Sananta cedió el balón a Muhammad Ferarri, quien remató a la red uzbeka. Jugadores, cuerpo técnico, incluido el seleccionador Shin Tae-yong, y decenas de miles de aficionados indonesios estallaron en el estadio Abdullah bin Khalifa tras esta situación. Sin embargo, tras recibir una señal del VAR, el árbitro comprobó el fuera de juego de Sananta.
Lo peor para Indonesia fue que, apenas cuatro minutos después, Uzbekistán anotó. El entrenador Timur Kapadze demostró su capacidad para ajustar el plantel cuando dos jugadores que había dado entrada en la segunda mitad se combinaron para marcar el primer gol. Desde la banda derecha, Mukhammadkodir Khamraliev centró al espacio entre dos defensas indonesios, Khusayin Norchaev se abalanzó y remató de volea cerca de la portería, dejando al portero Ernando Ari indefenso.
La derrota afectó la mentalidad de Indonesia, descentrándola. Mientras tanto, Uzbekistán seguía atacando la portería de Ernando. El portero indonesio se quedó paralizado cuando Abbosbek Fayzullaev disparó desde fuera del área, pero afortunadamente, el balón dio en el poste. Poco después, la suerte volvió a estar del lado de Indonesia cuando un cómodo cabezazo de Norchaev se estrelló en el poste.
El árbitro mostró la tarjeta roja y expulsó a Rizky Ridho. Foto: AFC
Sin embargo, al enfrentarse a un rival fuerte y estar en desventaja, Indonesia demostró gradualmente su inmadurez. Empezaron a generar choques innecesarios. Tras una entrada maliciosa a Jasurbek Jaloliddinov, el defensa Rizky Ridho pagó el precio con la tarjeta roja directa. La decisión la tomó el árbitro tras revisar el VAR, a pesar de las protestas y burlas de jugadores y entrenadores indonesios.
En el siguiente tiro libre, desde unos 30 metros, Jaloliddinov obligó a Ernando a lanzarse para bloquear un cañonazo. Khusanov se apresuró a cabecear el balón hacia atrás y, una vez más, dio en el poste. Pero esta vez, el balón rebotó en la línea, dejando a Ernando y Arhan confundidos. El portero indonesio intentó atrapar el balón de nuevo, pero Arhan lo atajó, lo que provocó que se anotara un autogol.
Norchaev celebra con sus compañeros tras abrir el marcador para Uzbekistán. Foto: AFC
Indonesia, aparentemente agotada tras la tanda de penaltis de cuartos de final contra Corea del Sur, tuvo que jugar a lo seguro durante los minutos restantes. El árbitro añadió un total de 26 minutos de tiempo añadido, incluyendo 10 minutos en la primera parte y 16 en la segunda. Uzbekistán volvió a estrellar el balón en el poste de la portería indonesia tras un cabezazo de Norchaev. Esta fue la quinta vez que el equipo de Asia Occidental dio en el larguero o el poste en el partido; las estadísticas demuestran que Indonesia tuvo suerte de no perder por un margen mayor.
La superioridad de Uzbekistán es evidente en las estadísticas. Tuvieron el 62% de la posesión y 28 disparos, cuatro de ellos a portería. Indonesia, por su parte, solo tuvo cuatro disparos, ninguno de ellos a portería. Además, cometieron el doble de faltas (18 a 9).
Quang Huy
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