No utilizar ropa fabricada con materiales difícilmente de descomponer, elegir prendas que puedan usarse muchas veces… son soluciones para eliminar el fast fashion , avanzar hacia una moda sostenible y contribuir a “ecologizar” esta industria causante de una grave contaminación ambiental.
El problema de la “moda rápida”
La moda rápida consiste en prendas de moda de fácil acceso y bajo coste. Sin embargo, pasa de moda rápidamente y, en su mayoría, se fabrica con materiales baratos, poco duraderos y difíciles de usar a largo plazo. Esto significa que la moda rápida suele desecharse tras pocos usos, lo que genera residuos y contribuye a la contaminación ambiental.
Según estudios, la industria textil y de la moda es una de las que más empleo genera, pero también la segunda que más contamina, después de la industria petrolera. Debido a la demanda de precios bajos, los fabricantes de moda rápida suelen intentar reducir costes al máximo, incluidos los de tratamiento ambiental.
La moda rápida suele utilizar tejidos sintéticos como el poliéster, el nailon y el acrílico, materiales que tardan cientos de años en biodegradarse. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se estima que el 35 % de los microplásticos no biodegradables que se liberan al océano provienen del lavado de textiles sintéticos como el poliéster.
La moda rápida es perjudicial para el medio ambiente. (Ilustración)
La industria de la moda también es responsable del 8-10% de las emisiones globales de carbono cada año. Del total de telas utilizadas para producir moda, el 87% se incinera o se desecha en vertederos tras su uso. Para 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria de la moda aumentarán en más del 26% si se mantienen las tasas de producción actuales.
Se puede observar que cada prenda desechada no solo supone un gasto económico, sino que también supone una carga para el tratamiento de residuos en localidades y países. Los residuos de moda, si no se tratan, pueden tardar hasta 200 años en descomponerse en los vertederos. Durante el proceso de descomposición, pueden generar gas metano, sustancias químicas tóxicas y tintes que pueden filtrarse al suelo y las aguas subterráneas, causando contaminación.
Desarrollando la “moda sostenible”, la “moda circular”
Para contribuir a la protección del medio ambiente y minimizar el uso de la “moda rápida”, las empresas de moda han ido cambiando gradualmente hacia modelos de moda sostenible y moda circular.
La moda sostenible se centra en ofrecer productos con materiales ecológicos, orgánicos y reciclados, o en reducir los residuos generados durante la producción y el transporte. Las marcas de moda solo se consideran sostenibles cuando utilizan materiales respetuosos con el medio ambiente y reducen las emisiones de CO2 durante su producción.
Según expertos ambientales, la ecologización de la cadena de suministro de la moda es un tema importante que requiere estudio. El uso de tejidos sintéticos contaminantes puede sustituirse por tejidos ecológicos como el lino, la seda, el cáñamo, el algodón orgánico, etc.
La moda circular, por otro lado, se centra en prolongar la vida útil del producto para eliminar cualquier impacto negativo en el medio ambiente. En otras palabras, la moda circular se centra en reutilizar productos viejos y usarlos repetidamente durante un período determinado y a largo plazo.
Hasta 90 marcas y minoristas de moda como Nike, Adidas, Ganni, Reformation, Lacoste... han firmado el Compromiso del Sistema de Moda Circular 2020 de la Agenda Global de la Moda.
Se han organizado numerosos programas de moda circular que han captado la atención del público. La marca H&M ha organizado una colección de ropa, animando a los usuarios a traer ropa que ya no usan para reciclar. A cambio, reciben un cupón de descuento del 15% para un producto H&M. De igual forma, la marca de mezclilla Levi's ofrece un 20% de descuento a los clientes que traen ropa vieja que ya no necesitan. Nike tiene un programa de reciclaje de calzado, que convierte el calzado viejo en materia prima para su reutilización en aislamientos, suelos de caucho y más.
Bolsas y mochilas recicladas a partir de vaqueros viejos. (Foto: Cleanipedia)
Por parte de cada individuo, realizando pequeñas acciones como limitar la tendencia a comprar ropa que se usa solo una o dos veces y luego se tira, regalar ropa vieja y pasada de moda, utilizar prendas de segunda mano, reducir el lavado para ahorrar agua, reducir las emisiones químicas... todo contribuye a salvar el planeta que está "rodeado" de residuos peligrosos.
Mai Anh
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