Un nuevo estudio realizado por un equipo de expertos de la Universidad de Canterbury (Nueva Zelanda) muestra que el uso de la tecnología de inteligencia artificial (IA) puede ayudar a los profesionales médicos a desarrollar estrategias de tratamiento del cáncer más efectivas, aumentando así la capacidad de salvar la vida de los pacientes.
La IA se está aplicando al tratamiento del cáncer. (Fuente: vjst) |
Este es el resultado de cuatro años de investigación realizada por un equipo de investigación dirigido por el profesor asociado Alex Gavryushkin en el Centro de Biología Matemática de la Universidad de Canterbury.
En el estudio, los expertos desarrollaron algoritmos que analizan datos biológicos relacionados con enfermedades genéticas complejas, como el cáncer y la gota, para ayudar a desarrollar regímenes de tratamiento basados en datos genéticos.
“El enfoque médico tradicional a menudo considera a muchos pacientes con una condición particular para elegir el tratamiento adecuado”, dijo el profesor asociado Gavryushkin.
Sin embargo, en muchas enfermedades, incluido el cáncer, la condición de cada paciente es muy diferente, aunque presenten síntomas similares. Por lo tanto, aplicar los mismos medicamentos y terapias no será eficaz. «El genoma es la respuesta», enfatizó el Sr. Gavryushkin.
El profesor asociado Gavryushkin explicó que su equipo desarrolló y entrenó sus algoritmos con datos genómicos y clínicos para comparar la condición de cada paciente con los conocimientos y métodos conocidos en biología y medicina. Posteriormente, realizaron ensayos clínicos para elaborar recomendaciones útiles, como la combinación de diferentes fármacos en el tratamiento.
Cree que esta tecnología permitirá a los profesionales médicos desarrollar regímenes de tratamiento del cáncer más eficaces, frenar el desarrollo de células resistentes al tratamiento y facilitar la atención médica. Por lo tanto, la investigación del equipo se centra principalmente en priorizar y planificar los tratamientos de forma que se minimice el riesgo de desarrollar genotipos resistentes al tratamiento. El mayor riesgo tras el tratamiento es que la población de células resistentes al tratamiento vuelva a crecer.
El profesor asociado Gavryushkin dijo que el enfoque de IA podría servir como un asistente médico confiable para los oncólogos y esperaba que se utilizara a nivel mundial, especialmente en lugares donde los médicos pueden no tener una amplia capacitación genética o el tiempo para estudiar toda la literatura genética anterior.
En la siguiente fase, el equipo se centrará en probar la nueva tecnología en interacción con pacientes, oncólogos y epidemiólogos. Además, el equipo del profesor asociado Gavryushkin también está aplicando los algoritmos para tratar la gota, otra enfermedad genética compleja.
Ambos proyectos de investigación implicaron la colaboración con investigadores y expertos médicos de Nueva Zelanda, Suiza, España y Estados Unidos.
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