1. Ensalada Niçoise
La ensalada Niçoise es la encarnación de la frescura y el carácter regional (Fuente de la imagen: Recopilada)
En medio del soleado y fresco clima provenzal, la ensalada niçoise, un plato veraniego francés, es la personificación de la frescura y el sabor regional. Esta famosa ensalada niçoise es una colorida sinfonía de verduras crujientes y dulces, huevos pasados por agua dorados, atún jugoso y atractivas aceitunas negras.
Sin ser demasiado recargada, la Ensalada Niçoise rezuma el espíritu libre del sur de Francia. Tomates maduros cortados con maestría, judías verdes hervidas para conservar su textura crujiente, patatas cocidas hasta que estén tiernas, todo ello mezclado con aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico suave. Bajo el sol radiante, este plato veraniego francés no solo refresca el calor, sino que también despierta el paladar con la frescura y la elegancia de cada cucharada de ensalada.
2. Ratatouille
Ratatouille es un símbolo de la sencillez y rusticidad de la cocina francesa (Fuente de la imagen: Recopilada)
Si alguna vez te fascinó la famosa película de animación "Ratatouille", seguro que no olvidarás este plato con la identidad de la campiña francesa. Un guiso de verduras tradicional de la región de Provenza, Ratatouille es un símbolo de la sencillez y la rusticidad de la cocina francesa. Bajo el brillante atardecer del sur de Francia, Ratatouille se cocina con ingredientes típicos del verano como berenjenas, calabacines, pimientos, tomates y cebollas.
Lo que convierte al ratatouille en uno de los platos favoritos del verano en Francia es la armoniosa combinación de verduras frescas y el seductor aroma de la albahaca, el romero y el ajo. Cada bocado de ratatouille es como una nota de una sinfonía de verano, que se extiende suavemente por la punta de la lengua y deja un regusto suave como la brisa que sopla entre los vastos viñedos de la Provenza.
3. Moules marinos
El sabor fresco de los mejillones cocinados en vino blanco (Fuente de la foto: Recopilada)
Mientras las olas azules bañan las costas de Normandía y Bretaña, los platos de mejillones a la marinera (mejillones cocinados en vino blanco) empiezan a aparecer en las mesas al aire libre. Un plato veraniego francés con un intenso sabor a mar, los mejillones a la marinera no solo deleitan a los lugareños, sino que también cautivan a visitantes de todo el mundo.
Los mejillones frescos se limpian y se cocinan rápidamente a fuego alto con cebolla, apio, ajo y un poco de nata fresca, todo ello mezclado con un refrescante vino blanco. Al abrir la olla, el tenue aroma del océano se extiende de repente, transportando a los comensales como si se perdieran en los bulliciosos puertos pesqueros de la costa francesa. Este plato veraniego francés suele servirse con una baguette crujiente para mojar en el rico caldo, brindando una sensación de satisfacción incomparable en los calurosos días de verano.
4. Tarta de Fresas
Tarte aux fraises: tarta tradicional de fresas (Fuente de la imagen: recopilada)
Cuando los frutos rojos empiezan a inundar los mercados agrícolas a finales de mayo, los franceses empiezan a preparar la tradicional tarta de fresas. Este postre es indispensable en la carta de platos franceses de verano, tan hermoso como encantador gracias al dulce sabor de la fruta de verano.
La corteza fina y crujiente se hornea hasta dorarse, se cubre con una capa de suave crema pastelera y, finalmente, capas de fresas dispuestas como una obra de arte. A veces, también se añade un poco de mermelada de fresa u hojas de menta para realzar su encanto. Este plato veraniego francés no solo es visualmente delicioso, sino que también es un dulce final para una comida típica francesa, transportando a quien lo disfruta a la dulce infancia en la tranquilidad del campo.
5. Bullabesa
La bullabesa es conocida como la quintaesencia de la cocina mediterránea (Fuente de la foto: Recopilada)
Considerada la quintaesencia de la cocina mediterránea, la bullabesa es una sopa de mariscos típica de la ciudad portuaria de Marsella. Este plato es la cristalización del mar, del tiempo y de los secretos familiares transmitidos de generación en generación. Con la llegada del verano, la bullabesa se convierte en uno de los platos más populares de Francia, ofreciendo una experiencia culinaria sensual.
La sopa se elabora con una variedad de pescados frescos de mar, además de camarones, cangrejos, mejillones y otros mariscos. El rico caldo se cuece a fuego lento con espinas de pescado, tomates, cebollas, eneldo y azafrán, lo que le da un característico color amarillo anaranjado brillante. La bullabesa se suele servir con pan tostado y salsa rouille (una salsa hecha con chile y ajo) para darle más sabor. Al saborear cada cucharada de sopa caliente en verano, la gente parece sentir tanto el sabor salado del océano como la calidez del casco antiguo de Marsella.
La cocina francesa es, por naturaleza, una sinfonía de sabores, pero el verano es la época en la que toda esa quintaesencia se sublima en una danza seductora. Si tiene la oportunidad de visitar este romántico país en verano, déjese llevar por la gastronomía veraniega francesa. Porque nada hace que el viajede descubrimiento sea más completo que disfrutar de deliciosos platos como un auténtico francés: lenta, delicada y apasionadamente.
Fuente : https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/mon-an-mua-he-o-phap-v17434.aspx
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