La Cumbre del Grupo de los Siete (G7) concluyó la tarde del 21 de mayo tras tres días de trabajo. Junto con ocho países invitados, la Cumbre del G7 debatió una serie de temas de gran actualidad a nivel mundial .
Los líderes del Grupo de los Siete (G7) y la Unión Europea (UE) se tomaron una foto conmemorativa en el monumento del Museo de Hiroshima, Japón, la mañana del 19 de mayo. (Fuente: AP) |
La cuestión del desarme nuclear se considera el tema principal de la agenda de esta cumbre del G7, y el mensaje se transmite desde la elección del lugar: la ciudad de Hiroshima, el primer lugar del mundo que sufrió la devastación de una bomba atómica.
Los líderes del G7 publicaron la Visión de Hiroshima para el Desarme Nuclear, acordando la importancia de seguir manteniendo un mundo libre de armas nucleares 77 años después de que Estados Unidos lanzara bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
Durante una sesión sobre seguridad y diplomacia , los líderes del G7 discutieron medidas para restablecer el progreso en el desarme nuclear y aumentar la transparencia de las fuerzas nucleares.
El comunicado conjunto del G7, publicado el 20 de mayo, enfatizó la importancia de trabajar para lograr un mundo sin armas nucleares. En la conferencia de prensa de clausura de la cumbre, celebrada la tarde del 21 de mayo, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, enfatizó que la cumbre del G7 es el punto de partida para los esfuerzos hacia la construcción de un mundo sin armas nucleares en el futuro.
La participación de líderes de países en desarrollo y emergentes en la Cumbre del G7 ha demostrado la prioridad del país anfitrión Japón en particular y del G7 en general en cooperar con los países del hemisferio sur para abordar conjuntamente los desafíos globales.
Los líderes del G7 celebraron tres reuniones ampliadas con los líderes de ocho países invitados, entre ellos Vietnam, Australia, Corea del Sur, India, Indonesia, Brasil, las Islas Cook y Comoras. En este foro, las partes debatieron sobre temas globales, como la seguridad energética y alimentaria, la salud mundial y el cambio climático.
Si bien el G7 representó el 70 % del producto interior bruto (PIB) mundial en la década de 1980, esta cifra se ha reducido a menos del 50 % en los últimos años. Mientras tanto, la presencia de los países en desarrollo y emergentes en la comunidad internacional está aumentando en muchos ámbitos.
Por lo tanto, los expertos afirman que las reuniones con líderes de países en desarrollo y emergentes cobran mayor importancia que nunca, ya que el G7 no puede resolver los problemas internacionales por sí solo. Los expertos afirman que esta es una oportunidad para que el G7 fortalezca sus relaciones con los países en desarrollo y emergentes.
El Primer Ministro Kishida expresó su deseo de construir una red internacional inclusiva y compartió puntos de vista sobre la importancia del “estado de derecho, oponiéndose firmemente a cualquier intento unilateral de utilizar la fuerza para cambiar el status quo”.
Japón planea fortalecer sus vínculos con este grupo de países adoptando un enfoque cauteloso y ofreciendo beneficios prácticos, como ayuda para el desarrollo de infraestructura y alimentos. Japón planea promover la aplicación del Estado de derecho mediante el diálogo y el desarrollo de relaciones basadas en la confianza.
Durante los debates de la conferencia, los líderes del G7 también destacaron la importancia de un Indopacífico libre, abierto, próspero, seguro e inclusivo, basado en el estado de derecho y la protección de principios comunes, incluida la soberanía, la integración, la solución pacífica de disputas, etc.
En Hiroshima, los países del G7 se comprometieron a seguir apoyando a Ucrania y exigieron a Rusia la retirada de sus tropas. Los líderes del G7 también afirmaron que reforzarían las sanciones contra Rusia, con el objetivo de impedir que Rusia posea materiales necesarios para operaciones especiales y acceda al sistema financiero internacional, a la vez que reduce la dependencia internacional de las fuentes energéticas rusas.
En sus relaciones con China, el G7 expresó su deseo de una relación estable y constructiva. Los líderes del G7 identificaron la necesidad de diálogo y cooperación con China, pero también expresaron su profunda preocupación por la situación en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional. La declaración conjunta del G7 expresó su firme oposición al uso unilateral de la fuerza o la coerción para alterar el statu quo.
En cuanto a la inteligencia artificial (IA), el G7 acordó una iniciativa para desarrollar regulaciones internacionales sobre IA. Los líderes respaldaron la propuesta de Japón de establecer un mecanismo para promover el diálogo gubernamental sobre regulaciones en el campo de la inteligencia artificial.
Denominada Proceso de IA de Hiroshima, la iniciativa busca aunar las perspectivas de los países del G7 sobre la regulación del sector tecnológico. La cumbre del G7 también debatió el potencial y los riesgos de la IA, incluyendo la controvertida aplicación ChatGPT. Actualmente, existen diferencias entre los países del G7 sobre la regulación de la IA, y los debates en Japón se han centrado en cómo aplicarla mejor.
En cuanto a las cadenas de suministro, los líderes del G7 acordaron construir cadenas de suministro para semiconductores y otros bienes a fin de reducir la dependencia de unos pocos países. El G7 también acordó establecer un consejo encargado de combatir la "coerción económica", como el uso de restricciones comerciales y de inversión para presionar a otros países.
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