GĐXH - Un recién nacido de 3 días (peso 3,1 kg, en Dien Bien ) con mielomeningocele congénito con complicaciones acaba de ser tratado con éxito por los médicos del Departamento de Neurocirugía del Hospital E.
El maestro, doctor Bui Minh Thang, del Departamento de Neurocirugía del Hospital E, dijo que al niño le diagnosticaron mielomeningocele a partir de la semana 20 del embarazo, pero no hubo intervención.
Tras el parto en el Hospital Provincial de Dien Bien, la hernia medular en la espalda del niño se rompió. El niño recibió atención médica inicial y fue trasladado rápidamente al Hospital E. La hernia medular, ubicada bajo la piel en la zona dorsal, medía 4 x 5 cm y se había roto, lo que provocó inflamación y síntomas de múltiples malformaciones, como cabeza grande, suturas craneales dilatadas, fontanela abultada, pie zambo, movilidad reducida en ambas piernas y vejiga neurógena.
“Este es un caso de mielomeningocele complejo cuando la médula espinal y los nervios sobresalen fuera del canal espinal, la masa herniada se ha roto, lo que requiere tratamiento de emergencia y requiere coordinación entre especialidades como neurocirugía, anestesia, pediatría y urología para consultar y elegir el mejor plan de tratamiento para el niño”, agregó el Dr. Thang.
Los médicos del Departamento de Neurocirugía realizaron una cirugía de emergencia para reinsertar la médula espinal y los nervios en el canal raquídeo, reconstruir la médula espinal y el colgajo de piel del niño. Una semana después, se le colocó una derivación ventriculoperitoneal y vesical para tratar la hidrocefalia y la vejiga neurógena. Tras la cirugía, el niño recuperó gradualmente la consciencia, se alimentó con regularidad y el tamaño de su cabeza se normalizó, sin signos de infección. Actualmente, el niño recibe monitoreo, cuidados postoperatorios y capacitación para rehabilitar la función motora de las extremidades inferiores y la función vesical.
El Dr. Thang explicó que el mielomeningocele es una malformación congénita grave que se produce cuando el tubo neural no se cierra correctamente durante el período fetal, lo que provoca la protrusión de la médula espinal y los nervios. Las complicaciones de la enfermedad provocan disfunción neurológica que causa parálisis de las extremidades, disfunción vesical e hidrocefalia, lo que afecta el desarrollo físico e intelectual del niño, e incluso puede ser potencialmente mortal con complicaciones graves si no se resuelve a tiempo. Algunas causas conocidas incluyen: anomalías en la actividad del sistema genético, deficiencia de ácido fólico, gripe materna o el consumo de ciertos medicamentos durante los primeros tres meses de embarazo.
Los médicos recomiendan que esta enfermedad se diagnostique completamente antes del nacimiento mediante ecografía, análisis de sangre y resonancia magnética fetal. El diagnóstico temprano desempeña un papel importante en el seguimiento, la intervención y el desarrollo de regímenes de tratamiento adecuados, lo que ayuda a mejorar el pronóstico de los niños después del nacimiento. Sin embargo, tratar la enfermedad desde la etapa fetal sigue siendo un gran desafío para la medicina actual. Por lo tanto, las pruebas de detección y los controles regulares durante el embarazo son muy importantes, ya que ayudan a detectar anomalías de forma temprana, aumentan las posibilidades de una intervención oportuna y garantizan la salud tanto de la madre como del bebé.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/phau-thuat-thanh-cong-tre-so-sinh-mac-di-tat-thoat-vi-tuy-mang-tuy-172250304101213757.htm
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