La contaminación atmosférica se está convirtiendo en un grave problema de salud pública. Diversos estudios han demostrado que la exposición prolongada a contaminantes atmosféricos, especialmente PM2.5, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infartos, accidentes cerebrovasculares, problemas vasculares e incluso muerte prematura.
La contaminación atmosférica se está convirtiendo en un grave problema de salud pública. Diversos estudios han demostrado que la exposición prolongada a contaminantes atmosféricos, especialmente PM2.5, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infartos, accidentes cerebrovasculares, problemas vasculares e incluso muerte prematura.
La calidad del aire, especialmente en grandes ciudades como Hanoi y Ho Chi Minh, está en niveles alarmantes. |
Sufriendo de muchas enfermedades debido a la contaminación del aire.
En Vietnam, la calidad del aire alcanza niveles alarmantes. Esto es especialmente preocupante en grandes ciudades como Hanói y Ciudad Ho Chi Minh, donde la densidad de tráfico e industria es alta.
A los expertos les preocupa que la mala calidad del aire exponga al cuerpo a contaminantes como el ozono (O₃), el dióxido de nitrógeno (NO₂), el dióxido de azufre (SO₂) y el dióxido de carbono (CO₂), especialmente al polvo fino PM2.5. Estos contaminantes provienen principalmente del tráfico, las actividades industriales, la quema de residuos y las obras de construcción. Factores ambientales como el cambio climático y el efecto invernadero también contribuyen al aumento de la concentración de polvo fino en el aire.
El polvo fino PM2.5 puede penetrar profundamente en los pulmones y entrar al torrente sanguíneo al inhalarse. Causa inflamación, altera la función vascular y promueve la calcificación arterial. Estos cambios conducen a la formación de placas ateroscleróticas en las paredes arteriales, lo que provoca su estrechamiento y reduce el flujo sanguíneo a órganos vitales como el corazón y el cerebro. Esto aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, infartos, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial y problemas vasculares.
La contaminación atmosférica también tiene graves consecuencias para las mujeres embarazadas y los niños. Las mujeres embarazadas expuestas a los contaminantes de las emisiones del tráfico tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, una de las principales causas de parto prematuro y bajo peso al nacer. Esto no solo afecta la salud de la madre, sino que también puede suponer un riesgo de muerte tanto para la madre como para el bebé.
Soluciones a largo plazo para reducir la contaminación del aire
Según el Máster en Ciencias Tran Quoc Viet (Departamento de Cardiología, Hospital General Tam Anh, Hanói), una de las medidas importantes para reducir los efectos nocivos de la contaminación atmosférica es el uso de purificadores de aire en el hogar. Estos purificadores ayudan a eliminar el polvo fino y otros contaminantes, protegiendo así los sistemas respiratorio y cardiovascular.
Según el Dr. Viet, usar una mascarilla al salir, especialmente en zonas con alta densidad de tráfico o áreas de construcción, ayudará a reducir la cantidad de polvo fino inhalado por el cuerpo.
Además, una dieta científica también desempeña un papel importante en la protección de la salud. Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes provenientes de frutas y verduras como bayas y hortalizas verdes, ayuda a fortalecer la resistencia y a proteger el cuerpo contra los efectos nocivos de la contaminación atmosférica. Mantener una rutina de ejercicio regular también ayuda a mejorar la salud general, reducir el estrés y ayudar al cuerpo a combatir los efectos negativos de la contaminación.
Los chequeos médicos regulares son una forma importante de detectar problemas cardiovasculares de forma temprana y recibir tratamiento oportuno. También es necesario conocer el índice de calidad del aire. Las personas deben monitorearlo y limitar las salidas al exterior cuando la contaminación sea alta. Cerrar las ventanas y permanecer en entornos con aire más limpio puede reducir el riesgo.
Además de las precauciones individuales, reducir la contaminación atmosférica requiere la cooperación de las comunidades y los gobiernos. Las políticas para controlar las emisiones de los vehículos y la industria, así como para promover el uso de energías limpias, contribuirán a proteger la salud pública, especialmente la de los grupos vulnerables como los niños, las personas mayores y las mujeres embarazadas.
Reducir la contaminación atmosférica no es solo responsabilidad individual, sino también una tarea común de toda la sociedad. El gobierno y las agencias pertinentes deben implementar medidas de control de emisiones, desarrollar un transporte público limpio, promover iniciativas de energía renovable para mejorar la calidad del aire, proteger la salud pública y crear un entorno de vida limpio para las generaciones futuras.
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Fuente: https://baodautu.vn/o-nhiem-khong-khi-de-doa-suc-khoe-nguoi-dan-d242428.html
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