Los lunares se deben a una alta densidad de células pigmentarias en la piel. Algunos lunares están presentes al nacer, mientras que otros se desarrollan en la edad adulta, según el sitio web de salud estadounidense Healthline .
Si el lunar vuelve a crecer después de eliminarlo, es necesario controlarlo y acudir a un dermatólogo para que lo examine.
Sin embargo, hay lunares que son cancerosos o pueden volverse cancerosos. Los lunares cancerosos pueden tener bordes irregulares, colores inusuales o crecer anormalmente grandes. Si sospecha que un lunar es cáncer de piel, debe consultar a un médico lo antes posible para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Una de las razones más comunes para eliminar lunares es por motivos estéticos. La cirugía de eliminación de lunares es un procedimiento médico común que un dermatólogo puede realizar fácilmente.
Los métodos comunes para tratar los lunares incluyen la escisión, el rasurado o la terapia láser. Antes de realizar el procedimiento, el médico aplicará un anestésico alrededor del lunar. Esto ayudará a reducir el dolor y las molestias del paciente, según el centro médico sin fines de lucro Cleveland Clinic (EE. UU.).
Algunos lunares que se extirpan pueden volver a crecer. En ese caso, es necesario controlarlos y revisarlos regularmente por un médico. Esto es especialmente importante si el lunar cambia de forma, tamaño o color. Un lunar que vuelve a crecer puede ser cáncer de piel, pero también puede no serlo.
Si sospecha que un lunar es cáncer de piel, debe consultar a un médico lo antes posible para obtener un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Hay muchas razones por las que un lunar puede volver a crecer después de ser extirpado. La primera es que parte del tejido del lunar no se extirpó ni trató por completo. El tejido restante tiene la capacidad de regenerarse y volver a crecer, formando un nuevo lunar.
La probabilidad de reaparición de un lunar también depende del método de tratamiento y sus características. Por ejemplo, la escisión quirúrgica eliminará por completo tanto la superficie como la capa subyacente de células del lunar. Por lo tanto, la probabilidad de reaparición de un lunar es relativamente baja.
Mientras tanto, el método de extirpación de lunares con un bisturí para raspar la capa superficial aumenta el riesgo de que vuelva a crecer. Esto se debe a que las células de las capas más profundas de la piel siguen ahí y pueden volver a crecer y formar un nuevo lunar.
Para reducir el riesgo de que un lunar reaparezca tras la extirpación, es necesario seguir los cuidados posteriores recomendados por el dermatólogo. Por ejemplo, la zona donde se extirpó el lunar debe mantenerse seca durante al menos 24 a 48 horas después de la cirugía. Según Healthline, cambie el vendaje con regularidad, lave la herida con jabón y limite la exposición al sol.
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