Según el Lianyungang Morning Post de Singapur, el mercado interno chino no puede consumir todos sus productos de producción nacional, mientras que las exportaciones son controvertidas. Por lo tanto, desde abril, el exceso de capacidad de producción de China se ha convertido en un nuevo punto álgido en la confrontación entre este país asiático y Estados Unidos y los países europeos.
No se trata sólo de producción...
Desde la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, hasta el canciller alemán, Olaf Scholz, expresaron su preocupación por el exceso de capacidad manufacturera de China durante sus visitas al país en abril. La Unión Europea (UE) ha iniciado una investigación antisubvenciones a varias empresas chinas de nuevas energías, mientras que Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre los sectores del transporte marítimo, la logística y la construcción naval de China.
En un mes, el debate sobre el exceso de capacidad se ha ampliado desde nuevos productos energéticos como vehículos eléctricos, paneles solares y baterías de litio a industrias tradicionales como el acero y el aluminio.

Si bien las partes en disputa discrepan sobre la definición y el alcance del exceso de capacidad, los analistas coinciden en que la actual situación de sobrecapacidad se deriva del agravamiento de la crisis inmobiliaria china en los últimos dos años. Para mitigar las consecuencias, Pekín ha optado por la manufactura avanzada, apoyando la producción y exportación de nuevos productos energéticos. Por ejemplo, en 2023, las exportaciones de acero de China superarán los 90 millones de toneladas, el nivel más alto desde 2017.
Ma Tao, subdirector de la Oficina de Investigación de Economía Política Internacional de la Academia China de Ciencias Sociales, afirmó que la producción de acero de China satisface principalmente las necesidades del desarrollo económico nacional. El acero exportado representa solo alrededor del 5% de la producción total, una proporción muy inferior a la de las exportaciones de acero de Corea del Sur y Japón. Por lo tanto, es injusto acusar a China de tener un exceso de capacidad de producción.
Sin embargo, la producción de acero crudo de Japón en 2023 fue de 86,83 millones de toneladas, mientras que la de Corea del Sur fue inferior a 70 millones. China representa la mitad de la producción mundial de acero, e incluso si exporta solo el 5%, tendrá un impacto significativo en el mercado global. Según estadísticas del Instituto de Investigación de Normalización de la Información de la Industria Metalúrgica de China, en 2023, los países anunciaron 112 avisos de investigación antidumping y antisubvenciones sobre productos de acero chinos, lo que representa un aumento de 20 casos en comparación con 2022.
Y preocupaciones
El grupo Eagle Energy de Singapur, que desarrolla y gestiona nuevas plantas de energía, tiene más del 90% de su negocio en China y exporta principalmente productos semiacabados, como paneles solares fabricados en China, a Europa y Asia Central.
El Sr. P. Pooh Yen Leng, director ejecutivo de Eagle Energy Group, afirmó que los nuevos productos energéticos de China no se basan en precios bajos para triunfar, sino en las ventajas de una cadena de producción completa acumulada durante muchos años. Desde la energía solar y eólica hasta los vehículos eléctricos, ningún país puede controlar toda la cadena de producción como China. Un país puede dejar de importar productos de China, pero no puede eliminar por completo los productos semiacabados fabricados en China.
Sin embargo, dado que Estados Unidos y los países europeos aumentan constantemente la presión sobre China para la exportación de productos energéticos, al Sr. P. Pooh Yen Leng le preocupa que las actividades de exportación se vuelvan cada vez más difíciles. Estados Unidos, el país con las restricciones más estrictas, es un ejemplo. Este país no solo exige una investigación del origen de los productos, sino también el rastreo del origen de las materias primas.
Tras años acusando a las empresas chinas de beneficiarse de subsidios gubernamentales, Estados Unidos y Europa han comenzado a implementar políticas industriales. En 2022, Estados Unidos aprobó dos proyectos de ley para aumentar el apoyo a las industrias de semiconductores y energías renovables.
En 2023, la UE lanzó un Plan Industrial del Pacto Verde de 270 000 millones de dólares para impulsar la competitividad de las tecnologías verdes. China también ha tomado contramedidas tras el bloqueo reiterado de sus exportaciones. El 19 de abril, el Ministerio de Comercio chino determinó que el ácido propiónico importado de EE. UU. era objeto de dumping y anunció que el producto estaría sujeto a un arancel del 43,5 %.
Los mercados temen que la disputa sobre el exceso de capacidad se intensifique y desemboque en una nueva guerra comercial. Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China, advirtió que, con el auge del proteccionismo, China y Europa se enfrentan a un "accidente de tren a cámara lenta" y que la fricción comercial podría desembocar en una guerra comercial a gran escala.
MINH CHAU
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Fuente: https://www.sggp.org.vn/nguy-co-moi-tu-nang-luc-san-xuat-du-thua-post740662.html
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