En el primer semestre de 2025, la taquilla vietnamita superó los 3 billones de dongs, un aumento de casi 270 mil millones de dongs en comparación con el mismo período del año anterior, lo que representa más del 60 % de la recaudación total de todo 2024. De las 19 películas vietnamitas estrenadas en cines, 8 alcanzaron los 100 mil millones de dongs, una cifra alentadora. Cabe destacar que el número de películas con grandes pérdidas ha disminuido significativamente.
A primera vista, estas estadísticas entusiasman a la industria cinematográfica. Porque todos comprenden que cuando una película alcanza el punto de equilibrio entre ingresos y beneficios, el flujo de caja de la inversión se redistribuirá con mayor rapidez, atrayendo fácilmente nuevos recursos, especialmente de inversores externos a la industria. Esta señal positiva también abre oportunidades para que los próximos proyectos se inviertan de forma más sistemática, en términos de escala y proceso de producción, contribuyendo a mejorar la profesionalidad de todo el mercado. En cuanto a los ingresos, aunque no se puede descartar el factor suerte, se observa que los cineastas están captando muy bien el gusto del público. En lugar de centrarse únicamente en hacer el mejor trabajo posible y dejar que el mercado "determine" los ingresos, comprender proactivamente las necesidades del público ayuda a minimizar las pérdidas. Muchos productores, especialmente inversores, están cada vez más interesados en la gestión de riesgos, es decir, en utilizar los recursos eficazmente, limitar las pérdidas y maximizar las oportunidades. La estrategia más popular hoy en día es centrarse en los géneros cinematográficos más populares. Si la década de 2010 fue la época dorada de la comedia, actualmente dominan las películas de terror, con más de la mitad de las películas vietnamitas estrenadas en los primeros seis meses de 2025. Muchas películas de este género han cosechado grandes éxitos de taquilla, superando incluso los cien mil millones de dongs. Desde una perspectiva comercial, es una opción segura, con fácil recuperación de capital. Sin embargo, muchos temen que este género siga la estela de las comedias anteriores. Esta realidad demuestra que, dependiendo del gusto del público, se pueden evitar riesgos hoy, pero se generan otros riesgos en el futuro: la saturación, la monotonía y la pérdida gradual de la confianza del público.
Un cine que aspira a tener una marca y llegar lejos, además de servir a lo que el público "quiere ver", también debe moldear lo que el público "debería ver": es decir, expandir el gusto por el disfrute, guiar la percepción y contribuir a mejorar la estética de las masas. Ese es también el papel y la misión más importantes del séptimo arte. El cine vietnamita tuvo una lección memorable con "El túnel: el sol en la oscuridad ", una obra que en su momento se consideró una "apuesta arriesgada" pero que fue un éxito rotundo. Necesitamos más películas con un espíritu pionero como este. Porque solo la diversidad de géneros, narrativas, perspectivas y estilos artísticos puede crear una base sólida, especialmente al entrar en el mercado internacional, donde la singularidad y la identidad cultural siempre se valoran mucho.
En el reciente Festival de Cine Asiático de Da Nang 2025, expertos en cine coreano comentaron que el cine comercial vietnamita se centra principalmente en la comedia, el cine familiar y el terror. Se trata de películas de bajo coste con potencial de generar ganancias rápidas; sin embargo, estos géneros son muy difíciles de alcanzar a nivel mundial. Anteriormente, en el primer Festival Internacional de Cine de Ciudad Ho Chi Minh 2024, expertos tailandeses también advirtieron que, si se mantiene la misma línea, el público se alejará y se aburrirá de las películas nacionales, tal como ocurrió en Tailandia con las películas de terror y comedia.
Un mercado cinematográfico que aspira a sobrevivir debe basarse en el éxito de las películas comerciales. Pero para desarrollar y consolidar su marca, el cine de autor es el género cinematográfico que desempeña un papel fundamental. La responsabilidad y la respuesta no recaen únicamente en los cineastas, sino que también requieren la cooperación de múltiples niveles, siendo el más destacado el apoyo de los fondos de desarrollo cinematográfico creados y gestionados por el Estado. Esta es también la lección del éxito reciente del cine coreano.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/dien-anh-viet-chon-an-toan-hay-dot-pha-post803565.html
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