Con motivo del Día Internacional de Cero Residuos, el 30 de marzo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó que un futuro sin residuos requiere la cooperación de la comunidad internacional. Instó al mundo a unirse y esforzarse por alcanzar un tratado jurídicamente vinculante para acabar con la contaminación por plásticos y "poner fin al ciclo de los residuos, de una vez por todas".
Advertencia fuerte
Cada año, hogares, pequeñas empresas y proveedores de servicios públicos generan entre 2.100 y 2.300 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, que abarcan desde envases y aparatos electrónicos hasta plásticos y alimentos. Sin embargo, los servicios globales de gestión de residuos no están bien equipados para abordar el problema: 2.700 millones de personas carecen de acceso a servicios de recogida de residuos sólidos y solo se trata entre el 61 % y el 62 % de los residuos sólidos urbanos.
En los países de bajos ingresos, la situación es aún peor, ya que se estima que el 90 % de los residuos no se gestiona adecuadamente. La contaminación por residuos representa una amenaza significativa para la salud humana y la prosperidad económica , y agrava la triple crisis del planeta: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ambiental.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si no se toman medidas urgentes, en 2050 el volumen mundial de residuos podría alcanzar los 3.800 millones de toneladas, lo que supondría duplicar la carga económica y posiblemente alcanzar los 640 millones de dólares en 2050 (frente a los 361 millones de dólares en 2020).
Las iniciativas ecológicas podrían ahorrar a los gobiernos 70 000 millones de dólares para 2040 y crear 700 000 empleos, según los expertos. Si se toman medidas eficaces, el coste global anual de los residuos podría reducirse a 270 000 millones de dólares para 2050.
Las Naciones Unidas señalan que este objetivo puede mejorarse aún más mediante la transición a una economía circular, donde el crecimiento económico no implique un aumento de los residuos. Esto podría incluir la adopción de prácticas empresariales sostenibles y la mejora de los procesos de gestión de residuos, lo que podría generar ingresos netos de más de 100 000 millones de dólares anuales.
Movilizando el poder social
Actualmente, muchos países alrededor del mundo están realizando esfuerzos para reducir los residuos a través de medidas para promover modelos de producción y consumo sostenibles y la transición hacia una economía circular.
En el Reino Unido, por ejemplo, la empresa de gestión de residuos SUEZ opera el mayor centro de reciclaje del país en colaboración con la Autoridad Combinada del Gran Manchester, donde viven unos 3 millones de personas. Los contenedores de donaciones permiten a los residentes donar artículos como muebles, electrodomésticos y aparatos eléctricos, que posteriormente se restauran y se redistribuyen a la comunidad.
El proyecto aborda directamente la reducción de residuos, desviando más de 500 toneladas de residuos de los vertederos cada año, y también apoya la economía circular al brindar capacitación para empleos verdes y asociarse con organizaciones benéficas locales para proporcionar vivienda a los necesitados.
De igual manera, en Chile, TriCiclos, empresa líder en gestión de residuos, ha operado durante los últimos 14 años una de las redes de reciclaje más eficientes de Sudamérica, con un modelo de gestión basado en la trazabilidad total y la eliminación de materiales no reciclables. Mediante servicios de reciclaje, educación sobre consumo sostenible y oportunidades de empleo gratificantes, TriCiclos ha creado entornos de vida seguros para más de 3 millones de personas.
Síntesis de VIET ANH
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