El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, pidió la máxima moderación militar para reducir el riesgo de un accidente nuclear después de una serie de grandes explosiones cerca de la central nuclear de Zaporizhia, controlada por Rusia, en Ucrania.
El director del OIEA afirmó que no fue posible determinar el origen ni la dirección exactos de las explosiones, salvo el incidente del 22 de febrero, que la Junta de Administración de la Central Nuclear de Zaporizhia describió como un ejercicio de entrenamiento en el emplazamiento, pero que no implicó bombardeos ni daños a la central. Los expertos del OIEA informaron haber escuchado explosiones todos los días de esta semana, con varias consecutivas el 23 de febrero.
El OIEA señaló que uno de los riesgos para la seguridad nuclear tecnológica y física que enfrentan las centrales nucleares es la falta de energía de respaldo. En concreto, las centrales nucleares aún reciben la electricidad necesaria para la refrigeración del reactor y otras funciones de seguridad nuclear tecnológica y física de una única línea de 750 kilovoltios (kV), pero actualmente carecen de opciones de respaldo para fuentes de energía externas.
Funcionarios del OIEA han estado en misión de monitoreo en la central nuclear de Zaporiyia desde septiembre de 2022. Las seis unidades, que antes del conflicto producían aproximadamente una quinta parte de la electricidad de Ucrania, han permanecido fuera de servicio. La mayor central nuclear de Europa ha estado en el centro de los combates desde que las fuerzas rusas tomaron el control en marzo de 2022. Moscú y Kiev se han acusado mutuamente de violaciones de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia.
Chi Hanh
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