A este ritmo, las deducciones familiares podrían tener que ajustarse cada año para mantener la calidad de vida de las personas. - Foto: QUANG DINH
Alguien preguntó, una de las razones por las que el Ministerio de Finanzas no ha ajustado el nivel de deducción familiar es porque el índice de precios al consumidor (IPC) desde el ajuste más reciente en 2020 hasta finales de 2023 es solo del 11%, sin llegar al 20%, entonces ¿por qué el umbral de ajuste no es del 5 o 10% sino hasta el 20%?
La pregunta es un poco peliaguda porque la ley ya lo estipula, pero parece razonable.
Y esto se vuelve aún más conmovedor al recordar el contexto de la creación del 20% en la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. En aquel entonces, la inflación era de dos dígitos; algunos años llegó al 22,97%, una situación muy diferente a la actual. En ese momento, podemos ver que los votantes acertaron al proponer un aumento de las deducciones familiares. ¿Debería el Ministerio de Hacienda mantener el umbral del 20%?
Supongamos que la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas estipula que el aumento del IPC es del 5 o 10% o se revisará al cabo de dos años, entonces se considerará a la gente para un aumento del umbral de deducción familiar, no de forma indirecta como en los últimos años, cuando los votantes seguían quejándose y el Ministerio de Hacienda seguía diciendo "todavía no se puede".
El IPC y las asignaciones familiares afectan la calidad de vida de toda la población. Una variación del 20 % en el IPC supone una disminución de 1/5 del poder adquisitivo.
Desde el último aumento del umbral de deducción familiar en 2020, el IPC ha aumentado aproximadamente un 15%, lo que ha provocado que el poder adquisitivo de las personas disminuya, entonces ¿por qué no ha aumentado en consecuencia el umbral de deducción familiar?
¿Es cierto que la calidad de vida de las personas ha disminuido y seguirá disminuyendo hasta que el IPC aumente un 20% antes de ajustar las deducciones familiares?
Volviendo al contexto del nacimiento de la cifra del 20%, podemos observar que el Ministerio de Finanzas no ha compartido a fondo las recomendaciones de los electores.
La tasa del 20% fue incluida en la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas por la Asamblea Nacional en 2012, cuando la economía atravesaba un período de fuerte crecimiento pero había problemas macroeconómicos.
El crecimiento del PIB fue bastante impresionante, llegando al 8,48% en algunos años, pero estuvo acompañado de una inflación muy alta, con tasas de dos dígitos en algunos años (2007: 8,3%; 2008: 22,97%, 2009: 6,88%, 2010: 11,75%, 2011: 18,13%, 2012: 6,81%...), lo que hizo extremadamente difícil la calidad de vida de las personas.
A este ritmo, las deducciones familiares podrían tener que ajustarse cada año para mantener la calidad de vida de las personas.
Incapaz de prolongar la situación de alta inflación, en 2011 el Gobierno emitió la Resolución 11 sobre la estabilización de la microeconomía, el control de la inflación, la garantía de la seguridad social y el cambio del modelo de crecimiento alto al crecimiento sostenible.
A partir de aquí se abrió una nueva fase: el IPC aumentó siempre menos que el crecimiento del PIB, gracias a lo cual se mejoró la vida de las personas.
Por lo tanto, si tomamos el umbral del 20% del período de alto crecimiento del PIB (el aumento del IPC es siempre mayor que el del PIB) para aplicarlo al período estable (el aumento del IPC es menor que el del PIB)... ¡algo está mal!
Es por eso que los votantes en muchas provincias y ciudades solicitaron continuamente ajustes, la prensa usó la palabra "desactualizado" al referirse al nivel de deducción familiar, pero el Ministerio de Finanzas aún persistió en modificarlo de acuerdo con la hoja de ruta, hasta mayo de 2026, lo que significa que aunque el IPC ha aumentado alrededor del 15% hasta ahora, parece que no ha sucedido nada con el poder adquisitivo y la calidad de vida de las personas.
Cabe añadir que, entre 2006 y 2012, si bien la inflación fue alta, gracias al rápido aumento del PIB, fue más fácil generar ingresos. En particular, gracias al crédito bancario, se inyectó mucho dinero en la economía, lo que facilitó el flujo de caja.
El mercado bursátil y el inmobiliario están en alza, las empresas compiten por nacer, los empleos abundan, el dinero fluye como el río Da. Pero ahora, el IPC es solo una cifra pequeña, pero ganar dinero es muy difícil; incluso los bancos lo intentan por todos los medios, pero el dinero sigue fluyendo a la economía.
La cifra del 20% en la Ley del IRPF no es errónea, pero desde hace casi diez años, desde 2014, ya no es adecuada para el periodo en el que la inflación siempre ha sido inferior al crecimiento (en 2014, el IPC fue del 1,84%, en 2015: 0,63%, en 2016: 2,66%...).
Si no es adecuado, debe solucionarse de inmediato. Si insistes en decir "aún no es posible", es una verdadera lástima por el 20%.
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Fuente: https://tuoitre.vn/giam-tru-gia-canh-toi-nghiep-cho-nguong-20-20240831094045972.htm
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