
“Vivir en el espacio significa reciclar recursos y sostenibilidad”, afirmó Marta Del Bianco, bióloga vegetal de la Agencia Espacial Italiana. “Intentamos resolver los mismos problemas en la Tierra”.
Un desafío importante es el tamaño de las plantas. Incluso muchas de las variedades actuales de arroz enano son demasiado grandes para crecer eficientemente en la estación espacial. El proyecto busca crear un "arroz superenano" que crezca hasta tan solo 10 centímetros de altura, pero que aun así produzca altos rendimientos. La reducción de tamaño de las plantas mediante la manipulación de la hormona giberelina a menudo dificulta su germinación y crecimiento, explica Del Bianco. Por lo tanto, el arroz cultivado en el espacio no solo debe ser pequeño, sino también saludable y nutritivo.
Las tres universidades italianas que participan en la investigación son la Universidad de Milán, especializada en genética del arroz; la Universidad de Roma “La Sapienza”, centrada en la fisiología vegetal; y la Universidad de Nápoles “Federico II”, con amplia experiencia en la producción de cultivos espaciales. Los científicos han seleccionado variedades de arroz con un nivel de mutaciones extremadamente bajo y trabajan en la edición genética para optimizar la estructura de la planta. Paralelamente, también trabajan en el aumento del contenido proteico mediante el ajuste de la proporción de germen rico en proteínas y almidón.
Para simular la microgravedad, el equipo de Del Bianco colocó las plantas en un dispositivo giratorio que las desorientó. «Esta es la única manera de hacerlo en la Tierra, porque las pruebas en el espacio real son muy complejas y costosas», explicó.
Además de su valor nutricional, el arroz fresco también aporta importantes beneficios mentales. «Observar y cuidar el crecimiento de las plantas ayuda a mantener la salud mental», afirma Del Bianco. «En misiones largas, comer solo alimentos envasados puede ser estresante… Si creamos un entorno que nutra tanto el cuerpo como la mente, reducimos el riesgo de error, y en el espacio, un pequeño error puede costar la vida».
El proyecto Moon-Rice también promete aplicaciones para la Tierra, ayudando a cultivar cultivos en el Ártico, desiertos o lugares con espacio limitado.
La investigación fue presentada en la reunión anual de la Sociedad de Biología Experimental en Amberes, Bélgica, el 9 de julio.
Fuente: https://baolaocai.vn/du-an-gao-mat-trang-phat-trien-giong-lua-sinh-truong-trong-moi-truong-vi-trong-luc-post648568.html
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