Según un corresponsal de VNA en Tel Aviv, un nuevo estudio sobre las prácticas de carnicería de los neandertales que vivieron en dos cuevas cercanas en el norte de Israel hace 50.000 a 60.000 años muestra que tenían métodos de preparación de alimentos claramente diferentes, lo que sugiere la posibilidad de la supervivencia de tradiciones culturales primitivas transmitidas de generación en generación.
A pesar de estar a solo 70 kilómetros de distancia y utilizar herramientas similares y cazar presas similares, los neandertales de las cuevas de Amud y Kebara parecen haber procesado los alimentos de formas diferentes.
Ésta es la conclusión de un estudio dirigido por la investigadora Anaëlle Jallon, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea (Israel).
El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Environmental Archaeology, es fruto de una colaboración con las investigadoras Lucille Crete y Silvia Bello del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), bajo la dirección de las profesoras Rivka Rabinovich y Erella Hovers de la Universidad Hebrea.
Mediante un análisis cuidadoso de las marcas de cortes en los huesos de animales cazados, el equipo descubrió patrones que no pueden explicarse simplemente por diferencias en habilidades, recursos o herramientas en cada sitio.
Las sutiles diferencias en las marcas de carnicería entre las cuevas de Amud y Kebara pueden reflejar tradiciones locales sobre cómo se eliminaban los cadáveres de los animales, dijeron los investigadores.
A pesar de vivir en condiciones similares y enfrentar desafíos similares, los neandertales en estos dos sitios parecen haber desarrollado diferentes estrategias de matanza, posiblemente enseñadas a través del aprendizaje social y la tradición cultural.
El investigador Jallon enfatizó la importancia de este estudio: «Estas dos cuevas nos brindan una oportunidad única para comprender si las técnicas de carnicería de los neandertales estaban estandarizadas. Si diferían según la ubicación o el período, esto podría sugerir que factores como las tradiciones culturales, las preferencias culinarias o la organización social influyeron incluso en actividades de subsistencia como la carnicería».
Tanto las cuevas de Amud como las de Kebara fueron ocupadas por neandertales durante el invierno, quienes dejaron tras de sí alimentos, entierros, herramientas de piedra y hogueras. Comían gacelas y gamos, y utilizaban herramientas de sílex idénticas.
Sin embargo, el registro arqueológico muestra diferencias notables. En Kebara, los neandertales solían cazar presas más grandes y a menudo traían cadáveres enteros a la cueva para procesarlos, en lugar de diseccionarlos allí mismo.
Mientras tanto, en Amud, aproximadamente el 40% de los huesos de animales estaban quemados y fragmentados, posiblemente debido a la cocción o al impacto posterior al entierro. En Kebara, solo el 9% de los huesos estaban quemados, con menos fragmentación y signos de cocción. Además, los huesos de Amud resultaron menos dañados por carroñeros que los de Kebara.
Para aclarar esta diferencia, el equipo de investigación analizó cuidadosamente huesos con marcas de carnicería de capas de sedimentos contemporáneas en ambas cuevas, utilizando métodos de observación tanto visuales como microscópicos.
Tomaron nota de las características de los cortes, asumiendo que si los patrones de corte eran similares, indicaba un método de carnicería estandarizado; si eran diferentes, podría ser un rastro de tradiciones culturales distintas.
Los resultados del análisis muestran que, aunque las marcas de corte tienen formas, ángulos y anchos de superficie similares (debido al uso de la misma herramienta), las marcas de corte en Amud son más densas y menos lineales que en Kebara.
Se han barajado varias hipótesis. La diferencia no radica en la especie de presa ni en el tipo de hueso, ya que incluso al comparar únicamente los huesos largos de pequeños ungulados, los patrones son diferentes.
Los experimentos arqueológicos experimentales también descartan la posibilidad de malas habilidades del carnicero o de un despiece cuidadoso para maximizar el valor nutricional.
La evidencia sugiere claramente que se trató de una decisión deliberada. Una hipótesis intrigante es que los neandertales de Amud podrían haber preprocesado la carne antes de descuartizarla, por ejemplo, secándola o dejándola descomponer ligeramente, de forma similar a como los carniceros modernos "cuelgan" la carne para realzar su sabor.
La carne en descomposición suele ser más difícil de cortar, lo que puede explicar por qué los cortes de Amud son densos y desiguales.
Además, la estructura social (como el número de personas involucradas en la matanza) también puede influir en cómo se desechan los cadáveres, aunque este factor requiere más estudios.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/dau-vet-xe-thit-he-lo-truyen-thong-van-hoa-nguoi-co-dai-o-israel-post1050140.vnp
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