La ubicación del tendón dañado provoca dolor, enrojecimiento leve o hinchazón, lo cual es un signo de tendinitis o inflamación de la vaina del tendón.
Los tendones son tejidos fibrosos gruesos y resistentes hechos de colágeno que conectan los músculos y los huesos y ayudan a mover las articulaciones a través de la contracción muscular.
El Dr. Le Van Minh Tue, MSc. del Centro de Traumatología Ortopédica del Hospital General Tam Anh de Ciudad Ho Chi Minh, explicó que la tendinitis es una afección común, a menudo de causa desconocida. Sin embargo, algunas personas son más susceptibles a esta enfermedad, como los ancianos, debido a la reducción de los vasos sanguíneos que irrigan los tendones; microtraumatismos repetidos, traumatismos o distensión muscular excesiva debido a un ejercicio inadecuado; enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide, la esclerosis sistémica, la gota, la artritis reactiva y la diabetes. Si no se trata a tiempo, el paciente corre el riesgo de sufrir desgarros tendinosos y pérdida de la función articular.
La tendinitis puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en los hombros, las muñecas, las rodillas y los talones.
La tendinitis suele presentarse en la muñeca, causando dolor y reduciendo la movilidad del paciente. Foto: Freepik
A continuación se presentan síntomas típicos de algunas formas comunes de tendinitis.
La entesitis es una inflamación e hinchazón alrededor de la unión de los tendones, las vainas tendinosas y los ligamentos al hueso. El paciente siente dolor en la zona lesionada, que aumenta con el movimiento, se localiza o se extiende a la zona muscular con el tendón inflamado, lo que limita el movimiento. La zona dolorida puede estar inflamada, caliente o presentar pequeños bultos a lo largo del tendón.
La tenosinovitis flexora , también conocida como dedo en gatillo, suele causar dolor en la palma de la mano, cerca de la unión de la mano con los dedos, mayor sensibilidad al presionar y, en ocasiones, pequeños nódulos en el tendón. El dedo afectado suele mantenerse ligeramente flexionado para aliviar el dolor.
En las últimas etapas, el paciente debe utilizar fuerza para estirar el dedo, de lo contrario éste se doblará y se creará un fenómeno llamado dedo en gatillo.
La tendinitis aquílea suele ocurrir cuando el tendón de Aquiles se sobrecarga y se daña. En ese momento, la zona del talón del paciente se inflama y duele, especialmente al estirarlo o ponerse de puntillas. El paciente sentirá dolor al presionar el talón y podría aparecer un bulto.
El Dr. Tue indicó que la tendinitis no suele ser peligrosa y puede tratarse de forma conservadora. Durante las primeras 48 horas tras la aparición de los síntomas, los pacientes deben descansar y aplicar compresas frías para reducir la inflamación y el dolor. Si es necesario, pueden usar analgésicos y antiinflamatorios adicionales según lo prescrito por su médico.
El doctor Tue (extremo izquierdo) durante una cirugía. Foto ilustrativa: cortesía del hospital.
Los pacientes con tendinitis crónica necesitan realizar ejercicios de fisioterapia para estirar el tendón inflamado, lo que favorece su deslizamiento. Estos ejercicios ayudan a estirar el tendón para que pueda descansar y recuperarse por sí solo.
Los pacientes deben evitar ejercicios de contracción muscular activa en el tendón afectado para evitar agravar la inflamación. El período de recuperación puede durar de 2 a 3 meses, dependiendo de la gravedad del daño tendinoso. En algunos casos que no responden a la medicación oral, se pueden combinar inyecciones locales en la vaina tendinosa (corticoides, AH, PRP, etc.).
La cirugía es el último recurso, utilizado cuando la fisioterapia y el tratamiento conservador resultan ineficaces. El médico elimina los depósitos de calcio en el tendón y la vaina tendinosa crónicamente inflamada, repara el tendón y luego le indica al paciente ejercicios de fisioterapia.
Phi Hong
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