Organizaciones humanitarias afirman que la situación en la Franja de Gaza está al borde del “colapso total”, mientras 100 camiones de ayuda están atascados en la frontera con Egipto.
Más de una semana después de que Israel cortara todos los suministros esenciales a la Franja de Gaza y endureciera su bloqueo, todas las miradas están puestas en el cruce fronterizo de Rafah, la única puerta de entrada entre la región y Egipto.
Diplomáticos internacionales intentan alcanzar un alto el fuego temporal que permita el paso de la ayuda humanitaria y de los extranjeros varados por el cruce fronterizo de Rafah. Los ataques aéreos israelíes obligaron a Egipto a cerrar el cruce la semana pasada, impidiendo así que la ayuda humanitaria internacional llegara a la Franja de Gaza.
El 16 de octubre, más de 100 camiones con ayuda humanitaria se encontraban varados en el cruce fronterizo de Rafah, a la espera de permisos para entrar en Gaza. Se ha publicado información sobre la apertura del cruce, pero hasta el momento permanece cerrado.
Palestinos heridos llegan al hospital Al-Shifa, en el centro de la Franja de Gaza, el 16 de octubre. Foto: AP
Los continuos ataques aéreos y el estricto bloqueo israelí están agotando los suministros en la Franja de Gaza, llevando a los 2,3 millones de personas que viven en el enclave a situaciones cada vez más desesperadas. Según las Naciones Unidas, más de un millón de personas han huido de sus hogares en el norte de Gaza tras una orden de evacuación israelí.
El ejército israelí afirmó estar trabajando para garantizar la seguridad de los civiles antes de lanzar una ofensiva contra Hamás en el norte de Gaza. Gran parte de la red de túneles, lanzacohetes e infraestructura militar de Hamás se encuentra dispersa entre zonas residenciales.
Los evacuados del norte de Gaza siguen sufriendo ataques aéreos en el sur. La madrugada del 16 de octubre, un ataque aéreo contra la ciudad de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, derrumbó un edificio que albergaba a tres familias evacuadas de la ciudad de Gaza.
El ataque aéreo destruyó completamente el edificio, matando al menos a 12 personas y enterrando a nueve bajo los escombros.
Naciones Unidas dice que los hospitales en la Franja de Gaza se quedarán sin combustible para hacer funcionar los generadores en las próximas 24 horas, lo que significa que los equipos de soporte vital, como incubadoras y ventiladores, dejarán de funcionar, poniendo en riesgo miles de vidas.
Una zona residencial quedó en ruinas tras un ataque aéreo israelí contra el campamento de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 16 de octubre. Foto: AP
Viviendo bajo bloqueo y constantes ataques aéreos, los gazatíes están desesperados por comida y agua. Muchos se ven obligados a beber agua contaminada, con el riesgo de propagar enfermedades.
Más de 400.000 personas se encuentran reunidas en escuelas e instalaciones gestionadas por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS). Sin embargo, el OOPS afirma que solo dispone de un litro de agua al día para el personal varado en la zona y que no puede garantizar suministros esenciales a los refugiados, ya que la ayuda está atascada en la frontera.
"Gaza se está quedando sin agua. Gaza se está quedando sin vida", declaró Philippe Lazzarini, director de la organización, instando a Israel a levantar el asedio. "Esto es lo que necesitamos ahora mismo".
Los suministros de alimentos también escasean, con largas colas formándose frente a las pocas panaderías que operan en Gaza. Ahmad Salah, en la ciudad de Deir al-Balah, contó que esperó 10 horas para conseguir un kilo de pan para una familia de 20 a 30 personas.
Mientras tanto, Hamás instó a los residentes a no evacuar el norte de Gaza. El ejército israelí publicó fotos el 15 de octubre que mostraban a Hamás erigiendo barricadas para bloquear el tráfico hacia el sur.
Los médicos y gran parte del personal hospitalario del norte de Gaza se negaron a evacuar, alegando que ello significaría la muerte de cientos de pacientes graves y recién nacidos conectados a respiradores. Médicos Sin Fronteras informó que muchos decidieron quedarse y atender a los heridos, a pesar de que se habían quedado sin analgésicos y "los heridos gemían de dolor".
Ciudadanos estadounidenses abordan un barco de evacuación en el puerto de Haifa, Israel, el 16 de octubre. Foto: AP
En el cruce fronterizo de Rafah, en el lado de Gaza, multitudes de palestinos con doble nacionalidad esperaban con ansiedad. Algunos consolaban a niños que lloraban.
Estados Unidos anunció que había llegado a un acuerdo para abrir el paso fronterizo de Rafah para que unos 5.000 ciudadanos de la Franja de Gaza pudieran evacuar a través de Egipto, pero esta operación aún no se ha llevado a cabo sobre el terreno.
"Estados Unidos es un país desarrollado que siempre habla de derechos humanos ", dijo Shurouq Alkhazendar, cuyos dos hijos son ciudadanos estadounidenses. "Estados Unidos debería proteger a sus ciudadanos primero, no dejarlos sufrir".
El gobierno estadounidense también ha comenzado a evacuar a unos 2.500 ciudadanos por barco desde la ciudad portuaria israelí de Haifa a Chipre. La mayoría de las aerolíneas comerciales han suspendido sus vuelos al Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Israel.
Hong Hanh (según AP )
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