A partir del 25 de abril, el ayuntamiento de Venecia (Italia) comenzará a aplicar una tarifa de entrada de 5,4 USD para proteger la ciudad reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio mundial de los efectos del turismo excesivo y "hacer la ciudad más habitable", según el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro.
En el Reino Unido, el gobierno de Kent ha recomendado introducir un impuesto turístico sobre las pernoctaciones en esa zona.
Mientras tanto, los turistas que visiten la capital, Edimburgo (Escocia), tendrán que pagar una determinada tasa a partir de 2026. El gobierno de Gales (Reino Unido) planea emitir regulaciones similares a finales de este año.
Según CNN Travel , más de 60 lugares en todo el mundo cobran entrada. Sin embargo, estas tarifas varían según la región y el tipo de impuesto, como los impuestos nacionales y locales.
Antes de que estallara la pandemia de COVID-19, los medios de comunicación habían advertido que 2020 sería el “año del impuesto turístico”, en el contexto de que ciudades como Ámsterdam (Países Bajos), París (Francia), Malta, Cancún (México) comenzaban a cobrar tarifas de entrada a las atracciones turísticas.
Se espera que las regulaciones fiscales generen cierta controversia, y las autoridades también expresaron preocupación por el impacto en la industria del turismo.
Varios estudios han encontrado una relación compleja entre las tasas y el número de visitantes. En particular, muchos argumentan que los impuestos turísticos han afectado las llegadas internacionales a las Islas Baleares (España) o a las Maldivas, a la vez que han desincentivado el turismo nacional.
En contraste, el número de turistas que visitaron Barcelona (España) siguió aumentando de 7,1 millones en 2013 a 9,5 millones en 2019, a pesar de que el gobierno de la ciudad emitió muchas políticas para cobrar tarifas a los destinos turísticos.
Incluso dentro de cada país, la relación varía. Un estudio de tres destinos turísticos costeros en Italia reveló que solo un lugar registró una disminución en el tráfico turístico tras la introducción de la tasa.
Mientras tanto, otras ciudades italianas famosas como Roma, Florencia y Padua no experimentaron ningún efecto negativo relacionado con la demanda de viajes de turistas nacionales e internacionales.
Por lo tanto, los observadores afirman que el impacto de la regulación de las tarifas en los destinos turísticos es insignificante.
TH (según Tuoi Tre)Fuente
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