Si se demuestra su seguridad, esta tecnología podría abrir la posibilidad de tener hijos biológicos a cualquier persona, independientemente de su edad o fertilidad. (Fuente: Getty Images) |
Según el profesor Katsuhiko Hayashi, experto en genética del desarrollo de la Universidad de Osaka (Japón), la tecnología de gametogénesis in vitro (IVG) está progresando rápidamente. En tan solo unos años, este logro podrá aplicarse en la práctica.
La GIV es el proceso de convertir células cutáneas o sanguíneas en células madre, que posteriormente se transforman en células germinales, precursoras de espermatozoides y óvulos. Estas células se colocan en órganos reproductivos artificiales (organoides) para recibir señales biológicas que les permitan desarrollarse en gametos completos.
En su intervención en la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) en París, el profesor Hayashi afirmó que su laboratorio había creado espermatogonias en tejido testicular artificial. Aunque las células aún no se han desarrollado hasta convertirse en espermatozoides maduros, el equipo está mejorando el sistema de suministro de oxígeno para lograr mejores resultados. Predijo que se necesitarían solo siete años más para crear espermatozoides humanos viables en el laboratorio.
En EE. UU., la startup Conception Biosciences también sigue esta línea con el apoyo de importantes inversores como Sam Altman, fundador de OpenAI. El director ejecutivo de la compañía, Matt Krisiloff, afirmó: «Los óvulos artificiales podrían ser la herramienta más eficaz para revertir el declive poblacional». Cree que esta tecnología amplía significativamente la ventana de planificación familiar, permitiendo a las mujeres tener hijos a una edad mucho mayor que la actual.
Sin embargo, los expertos enfatizan que la GIV debe someterse a muchos años de pruebas para garantizar su seguridad biológica y evitar el riesgo de transmisión de mutaciones genéticas a futuras generaciones. Algunos ratones nacidos de óvulos artificiales han mostrado una esperanza de vida y fertilidad normales, pero esto no es suficiente para su aplicación en humanos.
Éticamente, los científicos son cautelosos ante la posibilidad de tener hijos de dos padres o de un solo progenitor. «He creado crías de ratón a partir de dos machos, pero eso no es natural», afirma el profesor Hayashi. «La ciencia que crea algo antinatural debe ser aún más cautelosa».
También se ha planteado la posibilidad de la edición genética y el cribado masivo de embriones como una posible consecuencia, lo que requiere marcos regulatorios estrictos. En el Reino Unido, el uso de células reproductivas artificiales en tratamientos de fertilidad está actualmente prohibido, y los organismos reguladores están trabajando para establecer estándares de seguridad para esta nueva tecnología.
A pesar de los obstáculos éticos y legales, el consenso científico es que la GIV es un enfoque prometedor no solo para personas infértiles, sino también para parejas homosexuales, personas transgénero y personas con cáncer. «Es posible que en los próximos cinco a diez años veamos espermatozoides u óvulos creados a partir de células inmaduras. Esto ya no es una fantasía», afirmó el profesor Rod Mitchell, de la Universidad de Edimburgo.
Fuente: https://baoquocte.vn/buoc-ngoat-cong-nghe-ho-tro-sinh-san-320553.html
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