Aproximadamente 15.000 mapaches que viven en el sur de Bélgica amenazan la flora y la fauna y podrían propagar enfermedades.
Los mapaches son omnívoros adaptables. Foto: Richard Burlton
El administrador forestal belga, Thierry Petit, apenas cumple con las peticiones para combatir a los mapaches, animales norteamericanos considerados una amenaza para la fauna autóctona de Europa. Las autoridades admitieron que es demasiado tarde para erradicar la población de más de 50.000 mapas que deambulan por las colinas del sur de Bélgica. Bélgica podría tener que convivir con la nueva especie invasora, mientras intenta controlar su población y proteger la flora y fauna vulnerables locales de la depredación o las fermedades, informó AFP el 4 de septiembre.
“No podemos atender todas las solicitudes ahora mismo”, dijo Petit, quien trabaja en el bosque de Barrière Mathieu, cerca de Tenneville. "No iremos si alguien reporta un mapache en su parque. Reduciremos la poblacion de mapaches si amenazan a la cigüeña negra oa la golondrina cenicienta".
Originarios de Norteamérica, los mapaches son ágiles omnívoros, bien adaptados a la vida suburbana, y se han ganado el apodo de "mapaches de la basura". Invadieron Bélgica tanto desde el este como desde el oeste. Un grupo se expandirá desde Alemania, donde fueron introducidos por los estadounidenses para la caza deportiva y la obtención de piel. El otro grupo provino de Francia, donde se sentó en la década de 1960 en torno a la base aérea estadounidense en la región de Aisne.
"A partir de 2005, aproximadamente, empezamos a encontrar huellas a lo largo de vayas fluviales y cadáveres de mapaches atropellados en la carretera, lo que indicaba que la población estaba creciendo. Además, prosperaban gracias a los inviernos suaves", explicó la bióloga Vinciane Schockert.
Schockert forma parte de un equipo de investigadores que pretende determinar el impacto de los mapas en las especies locales. Los mapaches son buenos trepadores y buscadores de alimento, ya menudo irrumpen en las casas. Al igual que los cuarabos, las aves limícolas anidan en las riberas bajas de los ríos, lo que las convierte en presa fácil para los mapaches.
Las autoridades de la región de Valonia, en el sur de Bélgica, están elaborando planes para combatir la plaga de mapaches. «Los mapaches son una de las cinco principales causas de pérdida de biodiversidad a nivel mundial . Están tan extendidos por toda Bélgica que debemos aprender a convivir con ellos, a la vez que buscamos maneras de gestionarlos donde causen más problemas y evitar su propagación», declaró Céline Tellier, directora de la agencia medioambiental de Valonia.
Las autoridades locales están negociando un sacrificio selectivo con organizaciones defensoras de los derechos de los animales. Los cazadores, armados con rifles, suelen colocar trampas para atraer a los animales a jaulas antes de dispararles.
An Khang ( AFP )
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