El 4 de septiembre de 1886, se encontró un meteorito en la aldea de Urey, en la República de Mordovia (Rusia), que posteriormente recibió el nombre de ureilita. La ureilita es un meteorito raro, que representa solo el 0,6 % de todos los meteoritos registrados que han caído en la Tierra. La ureilita no solo es rara, sino también especial por tener 4.600 millones de años, la misma edad que el Sol.
El meteorito siempre se ha conservado en el museo. Tras un período de investigación, expertos del Instituto de Cristalografía y del Instituto de Ciencia y Tecnología del Plasma anunciaron el hallazgo de una cantidad significativa de diamantes en un fragmento de ureilita. Los diamantes hexagonales hallados en el meteorito se denominaron posteriormente lonsdaleíta. Este diamante estaba principalmente encapsulado en la capa de grafito del meteorito.
Un fragmento de meteorito que contiene un superdiamante. (Foto: Science Alert)
Los científicos apoyan la teoría de que los diamantes encontrados se formaron cuando el fragmento del planeta impactó contra la Tierra. Creen que, cuando un meteorito impacta la Tierra, el calor y la presión del impacto también pueden transformar los componentes de grafito de la roca en diamantes.
Al igual que el grafito, el carbón vegetal y el diamante, la lonsdaleíta es una forma especial de carbono. Su estructura está formada por átomos de carbono con cuatro electrones estrechamente unidos, lo que le confiere la resistencia necesaria para crear uno de los cristales más duros de la Tierra.
La estructura cristalina de la lonsdaleíta también conserva perfectamente la forma hexagonal del grafito, aumentando la dureza del material y haciéndolo "superior" a los diamantes de la Tierra.
Quoc Thai (Fuente: Science Alert)
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