Soldados sin uniformes
En los últimos años, cuando la situación en el mar ha cambiado mucho, el papel del pescador se ha afirmado no sólo en aspectos económicos sino también como símbolo de coraje y perseverancia.
Fueron los primeros en estar presentes en las zonas de pesca tradicionales, donde la soberanía de Vietnam se afirma no con mapas sino con su presencia firme cada día.
En Quang Ngai, los pueblos pesqueros de An Vinh y An Hai, en la isla de Ly Son, tienen una tradición centenaria de visitar Hoang Sa. Las historias sobre el heroico ejército de Hoang Sa en el siglo XVII ya no son libros de historia lejanos, sino que existen en cada barco pesquero y en cada nombre grabado en la piedra conmemorativa.
El Sr. Truong Van Hong, un pescador de más de 60 años, comentó: «Cada vez que voy en mi barco a Truong Sa y Hoang Sa a pescar, la bandera nacional ondea en todos los barcos. Sé que hay riesgos, pero ese es el caladero de nuestros antepasados; si me voy, ¿quién lo cuidará?».
La historia del Sr. Hong no es aislada. A lo largo de la costa de Da Nang, cientos de barcos pesqueros de gran capacidad salen regularmente al mar durante largos periodos.
Se formaron equipos de pescadores que trabajaban juntos para explotar los mariscos en el mar, no solo para apoyarse mutuamente, sino también para monitorear e informar la situación si algún barco extraño entraba al mar. Esa presencia, silenciosa pero continua, era una firme afirmación de la sagrada soberanía del mar y las islas.
No solo los barcos y las velas, el espíritu de protección del mar también está profundamente arraigado en la cultura y las creencias de la región costera central. Los templos de las ballenas, los festivales de pesca y los cantos en barco son formas en que la gente expresa su gratitud al mar y también un juramento sagrado a la Patria.
En el pueblo pesquero de Thuan An (Hue), durante la temporada de festivales de pesca, toda la comunidad acude a la playa para recibir al espíritu de la ballena, hacer ofrendas, interpretar canciones folclóricas y remar. El ambiente es a la vez sagrado y animado, testimonio de la vitalidad de la cultura marina y del espíritu de solidaridad comunitaria que se ha transmitido a lo largo de muchas generaciones.
El festival no es sólo para recordar el mar, sino también para recordarnos unos a otros que el mar es una parte inseparable de la nación.
En Quang Ngai, el Templo Am Hon, construido con la forma de un barco pesquero, es un monumento a los pescadores que murieron en el mar. En el silencioso humo del incienso, las historias sobre la travesía en el mar, sobre aquellos que no regresaron, siempre se cuentan con lágrimas y orgullo. Es una epopeya que no necesita ser honrada, solo necesita continuar.
Preservar el mar – preservar el alma de la nación
La buena noticia es que el espíritu de protección del mar no se limita a la generación de los padres. Muchos jóvenes de la región central hoy en día son claramente conscientes de su papel en la continuidad de la tradición del mar y las islas.
Las escuelas de Da Nang organizaron el programa "Cuento historias sobre el mar y las islas de mi tierra natal", concursos de escritura, composición musical y dibujos sobre el tema de Hoang Sa - Truong Sa. Muchos estudiantes expresaron su deseo de convertirse en soldados de la marina, ingenieros navales o investigadores oceanográficos.
En Hue, el club "Jóvenes con el Mar y las Islas" ha organizado numerosas visitas, entregado regalos e interactuado con la fuerza de vigilancia pesquera y la guardia costera. En estos encuentros, los niños aprendieron a amar el mar no solo con palabras, sino también con acciones concretas, desde la preservación del medio marino hasta la promoción de la soberanía en las redes sociales.
Los pescadores de la región Central, con todo su amor y valentía, han cumplido una gran misión: proteger cada centímetro de agua y cada ola de la Patria. En medio de las dificultades y la incertidumbre, se mantienen firmes y decididos, como hitos vivientes que afirman una soberanía innegable.
Proteger el mar no es sólo el deber de la marina y la guardia costera, sino también la causa común de toda la nación, desde los pescadores, los artesanos culturales, los maestros hasta cada estudiante en la escuela.
Cada historia, cada festival, cada imagen del mar y de las islas, si se preserva y difunde adecuadamente, se convertirá en una poderosa arma blanda en la lucha por proteger la soberanía.
Sobre esas olas inquietas todavía hay corazones patrióticos, manos firmes al timón y ojos siempre dirigidos hacia un único horizonte: el Mar del Este, donde el alma del pueblo vietnamita ondea constantemente.
Fuente: https://baovanhoa.vn/van-hoa/bai-1-tren-nhung-con-song-khong-lang-151592.html
Kommentar (0)