Las restricciones al número de estudiantes internacionales en Australia han convertido a las universidades de este país de Oceanía en el grupo más afectado. Además, se dice que las regulaciones afectan a muchos otros campos.
Según la normativa, el Departamento de Educación de Australia puede gestionar a los estudiantes internacionales suspendiendo las inscripciones de las escuelas que deseen aceptar estudiantes internacionales, así como suspendiendo nuevos cursos en las escuelas que ya tienen estudiantes internacionales; limitando la admisión de estudiantes extranjeros en las escuelas existentes durante el próximo año; y suspendiendo y cancelando automáticamente los cursos. El Gobierno australiano continúa endureciendo la normativa sobre visas de estudiante para evitar el cambio de visa. A partir del 1 de julio, las autoridades australianas cerrarán dos vías que, según afirman, se están utilizando para socavar las medidas que protegen la integridad de las visas de estudiante.
En consecuencia, aquellos que posean visas de visitante y visas temporarias después de graduarse no podrán solicitar la conversión a una visa de estudiante mientras aún se encuentren en Australia.
La decisión se produce en un momento en que el Gobierno australiano busca reducir la migración a los niveles pre-COVID de alrededor de 260.000 al año. El Tesoro ha admitido haber subestimado los niveles de migración, siendo los estudiantes internacionales un factor importante. El número de estudiantes internacionales, tanto nuevos como actuales, se encuentra actualmente en niveles récord, con alrededor de 870.000 personas que constituyen el mayor grupo de migrantes temporales.
Actualmente, hay alrededor de 1400 universidades y colegios en Australia registrados para admitir estudiantes internacionales. Dada la situación, las universidades afirman que la reducción del número de estudiantes internacionales provocará recortes de empleo, dejando a muchas instituciones sin fondos suficientes para realizar investigaciones. También advierten que la reducción de estudiantes internacionales dañará la reputación internacional y la posición de las universidades australianas en los rankings mundiales. Una cuestión importante que las instituciones están planteando, pero a la que no han recibido respuesta, es el monto del límite y cómo se calculará.
Algunos argumentan que el impacto de la regulación se extenderá más allá de las universidades australianas. Actualmente, las universidades representan solo alrededor del 40% de la matrícula total de estudiantes internacionales. El resto asiste a escuelas privadas, escuelas de inglés y escuelas secundarias. Los estudiantes internacionales también son una parte importante de la fuerza laboral australiana. La mayor cantidad de estudiantes internacionales se encuentra en centros de atención a personas mayores y personas con discapacidad. Mientras tanto, la educación internacional será la cuarta industria de exportación más grande de Australia para 2023, con un valor de 48 000 millones de dólares australianos (32 000 millones de dólares estadounidenses). De esta cantidad, 17 000 millones de dólares australianos (11 000 millones de dólares estadounidenses) se destinarán a matrículas, mientras que los 31 000 millones de dólares australianos restantes (21 000 millones de dólares estadounidenses) se destinarán a diversas empresas australianas.
Australia aumentó su flujo migratorio anual en 2022 para ayudar a las empresas a contratar personal y cubrir la escasez tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la repentina afluencia de trabajadores y estudiantes extranjeros ha aumentado la presión sobre el mercado de alquiler, ya que el parque de viviendas de alquiler se encuentra en mínimos históricos y el aumento de los costos de construcción limita la oferta de viviendas.
SUR
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Fuente: https://www.sggp.org.vn/australia-han-che-sinh-vien-quoc-te-cac-truong-dai-hoc-kho-du-duong-post744713.html
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