Nutrición de las zanahorias
El Dr. Nguyen Thu Ha, Jefe del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital General Internacional Nam Sai Gon, explicó que las zanahorias contienen numerosos micronutrientes, especialmente betacaroteno. Este es un potente antioxidante y precursor de la vitamina A. 100 g de zanahorias contienen 6597 mcg de betacaroteno. Por otro lado, el requerimiento diario recomendado de vitamina A para adultos es de 850 a 900 mcg para hombres y de 650 a 700 mcg para mujeres. Las mujeres embarazadas necesitan entre 1200 y 1300 mcg al día.
Además, las zanahorias son una fuente rica de vitaminas y minerales importantes, como las vitaminas C, D, E y del complejo B. El caroteno presente en las zanahorias, al ingerirlas, se convierte en vitamina A, lo que ayuda a iluminar la vista, aumentar la resistencia y mantener la piel tersa. El potasio presente en las zanahorias ayuda a prevenir el riesgo de hipertensión arterial y otros problemas cardiovasculares.
La vitamina C presente en las zanahorias contribuye a la producción de colágeno, el principal componente del tejido conectivo, esencial para la cicatrización de heridas y la salud del cuerpo, creando anticuerpos que protegen el sistema inmunitario. Además, su contenido de fibra ayuda a mantener un peso saludable, reduce el riesgo de estreñimiento, es beneficioso para los intestinos y el sistema digestivo, y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Las zanahorias contienen mucho betacaroteno, un precursor de la vitamina A.
Las zanahorias también contienen vitamina K, calcio y fósforo, que contribuyen a la salud ósea y ayudan a prevenir la osteoporosis. Los antioxidantes presentes en las zanahorias ayudan a combatir los radicales libres dañinos en el organismo, lo que contribuye a reducir el riesgo de cáncer. En particular, consumir alimentos ricos en caroteno puede reducir el riesgo de cáncer de colon y es beneficioso para la salud digestiva en general.
¿Comer muchas zanahorias causa ictericia?
Sin embargo, si se consume mucha zanahoria, el cuerpo no podrá convertir todo el betacaroteno en vitamina A. Cuando la cantidad de caroteno aumenta de 3 a 4 veces lo normal, se producirá ictericia en las palmas de las manos y las plantas de los pies, y el rostro se tornará de un amarillo anaranjado, pero los ojos y las mucosas debajo de la lengua no se amarillearán, y suele ir acompañado de síntomas de indigestión, pérdida de apetito y fatiga, analizó el Dr. Ha.
Esta condición es común en bebés, niños pequeños y personas que comen regularmente alimentos amarillos, naranjas y rojos como zanahorias, calabaza, fruta gac, papaya, pimientos morrones... o utilizan alimentos funcionales como cápsulas de aceite de gac, medicamentos para el tratamiento del acné que contienen altas concentraciones de derivados de la vitamina A.
Al comer demasiadas zanahorias, la cantidad de caroteno aumenta aproximadamente 3-4 veces lo normal, causando ictericia.
Para evitar la ictericia causada por el consumo excesivo de zanahorias o alimentos ricos en vitamina A, el Dr. Ha recomienda consumir jugo de zanahoria solo de 2 a 3 veces por semana, en días alternos. Si el niño presenta ictericia pero no tiene ojos ni mucosa retiniana amarillas, ni tiene poco apetito, debe dejar de consumir alimentos ricos en vitamina A.
La ictericia causada por el aumento de betacaroteno en la sangre desaparecerá gradualmente después de unos días. Sin embargo, si la ictericia se acompaña de ojos amarillentos y no mejora al suspender el consumo de los alimentos mencionados, es necesario consultar a un médico pronto para que le diagnostiquen y así diferenciar entre la ictericia verdadera y la ictericia causada por un consumo excesivo de caroteno, recomienda el Dr. Ha.
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