Las verduras, los cereales integrales y las legumbres son ricos en fibra, potasio y muchos otros nutrientes que ayudan a estabilizar la presión arterial y el azúcar en sangre.
La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, provocando el estrechamiento de las arterias y la acumulación de placa. El corazón debe bombear más sangre, lo que provoca hipertensión arterial. Las personas con ambas afecciones necesitan una dieta saludable para controlar los niveles de azúcar en sangre y presión arterial, y reducir el riesgo de complicaciones.
Frutas y verduras frescas
Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra al cuerpo. Algunas pueden estabilizar el azúcar en la sangre y, al mismo tiempo, reducir la presión arterial.
La Asociación Americana de la Diabetes recomienda consumir verduras bajas en azúcar y almidón, pero ricas en fibra, como el brócoli, los espárragos y la coliflor. Estas verduras ralentizan la conversión de los alimentos en glucosa (azúcar), lo que impide que el azúcar en sangre aumente.
Los alimentos ricos en fibra también eliminan el colesterol de la sangre, reduciendo así la presión arterial y la inflamación. Consumir mucha fibra crea una sensación de saciedad prolongada, lo que ayuda a los diabéticos a sentir menos hambre.
Las verduras y frutas ricas en almidón, como la calabaza, la papa y el boniato, deben consumirse con moderación. Un consumo excesivo puede aumentar el azúcar en la sangre.
Las frutas y verduras son bajas en carbohidratos, ricas en vitaminas y fibra, lo que ayuda a regular la presión arterial. Foto: Freepik
Frijoles
Las judías verdes, los frijoles rojos, los guisantes y la soja son ricos en vitaminas del complejo B y minerales beneficiosos como proteínas, potasio, magnesio y fibra. El potasio ayuda a mantener la presión arterial y el magnesio estabiliza la frecuencia cardíaca, todos ellos beneficiosos para la salud cardiovascular. Además, tienen un índice glucémico bajo, lo cual es beneficioso para las personas con diabetes.
verduras de hoja verde
Las verduras de hoja verde son bajas en calorías y carbohidratos, y no afectan significativamente los niveles de azúcar en sangre. La espinaca, la col rizada y otras verduras de hoja verde aportan muchas vitaminas y minerales. La vitamina C actúa como antioxidante, ayudando a reducir la inflamación y el daño celular.
Proteína magra
Aumentar la ingesta de proteínas puede reducir la presión arterial. Los alimentos ricos en proteínas, como las aves, los mariscos y el tofu, son bajos en carbohidratos o nulos, lo que los hace adecuados para personas con diabetes.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda limitar el consumo de carne de res y cordero grasos, así como de aves con piel, ya que contienen grasas saturadas, las cuales se relacionan con enfermedades cardíacas. En su lugar, opte por carne blanca de pollo y pavo sin piel. Otras fuentes de proteína magra, como el pescado y el tofu, también son beneficiosas para el corazón. Las isoflavonas del tofu también ayudan a reducir la presión arterial.
Cojones
Los frutos secos son ricos en proteínas y grasas saludables, pero bajos en carbohidratos, lo que ayuda a sentirse saciado por más tiempo. Los frutos secos, especialmente las semillas de lino, también contienen minerales que ayudan a regular la presión arterial. Algunas variedades pretostadas pueden contener sal añadida, lo que afecta la presión arterial. Por lo tanto, se debe moderar su consumo.
Granos integrales
Los cereales integrales se componen principalmente de carbohidratos, pero siguen siendo saludables para personas con diabetes e hipertensión. Los cereales integrales (arroz integral, quinoa, trigo sarraceno, cebada) conservan su fibra, vitaminas y minerales, a diferencia de los cereales refinados (pan blanco, arroz blanco), que han perdido la mayor parte de su valor nutricional.
Bao Bao (según Livestrong, Healthline )
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