Algunas formas pueden ayudar a mejorar los síntomas de dificultad para respirar en personas con enfermedades pulmonares causadas por agentes de la temporada de calor.
Tres factores que pueden afectar la capacidad respiratoria en verano son la temperatura, la luz solar y la humedad. El calor provoca mayor sudoración, lo que puede causar deshidratación y dificultad para respirar. La luz solar provoca diversas reacciones químicas con los contaminantes del aire, lo que puede provocar dificultad para respirar, irritación de nariz y garganta, tos y sibilancias. El aumento de la humedad y la densidad del aire pueden dificultar la respiración en personas con enfermedades pulmonares crónicas.
Aquí te damos cinco consejos para ayudarte a respirar mejor durante los calurosos días de verano.
Manténgase fresco y vístase apropiadamente.
A medida que el cuerpo se calienta, necesita más oxígeno. Por eso, en verano, es importante mantenerse fresco. Si siente demasiado calor, póngase a la sombra o quédese en casa, especialmente durante las horas más calurosas del día.
Preste atención al clima y la temperatura cuando planee salir para asegurarse de que su destino sea fresco y vestirse adecuadamente. En un día caluroso, usar ropa ligera y de colores claros y un sombrero puede ayudar a minimizar el aumento de calor en la cabeza y el cuello.
Ajuste su dieta
La dieta juega un papel importante en el sistema respiratorio durante los días calurosos. Bebe agua regularmente si sudas mucho. Si sientes falta de aire al comer, come despacio o divide tus comidas en porciones más pequeñas. Reducir el consumo de sal y aumentar el de verduras y frutas puede ayudar a refrescar el cuerpo y mejorar la digestión.
Beber suficiente agua y mantener el cuerpo fresco en verano ayuda a respirar mejor. Foto: Freepik
Evite los desencadenantes respiratorios
Además de los cambios de temperatura, existen otros factores ambientales que pueden dificultar la respiración, como: el humo del cigarrillo, el polvo, los alérgenos exteriores (polen), el moho... Evita el contacto con estos factores para mantener una respiración saludable.
Practica técnicas de respiración
Los ejercicios de respiración no solo ayudan a mejorar el sistema respiratorio y a enfriar el cuerpo, sino que también ayudan a controlar el hambre, la sed y el consumo de energía en los calurosos días de verano. Dos métodos de respiración sencillos incluyen:
Respiración refrescante: Siéntate cómodamente y cierra los ojos. Coloca las manos sobre las rodillas y relaja el cuerpo. Lleva la lengua hacia adelante, enróllala como un tubo y cierra ligeramente la boca. Inhala por la boca; el aire que pasa por la garganta y el paladar se enfriará.
Respiración alternada por la nariz: Esta técnica ayuda a calmar la mente, aliviar el estrés y aumentar la energía. Cómo hacerlo: Siéntese cómodamente y respire profundamente. Cierre la fosa nasal derecha con el pulgar, inhale por la izquierda y cuente del 1 al 4. Repita el ejercicio con la otra fosa nasal de 5 a 10 veces.
Evite la actividad extenuante
Cuando hace calor, el cuerpo tiene que esforzarse más para mantenerse fresco. Si una persona realiza actividades extenuantes, especialmente al aire libre, existe un mayor riesgo de dificultad para respirar. Por lo tanto, es mejor optar por actividades en interiores o relajarse a la sombra.
Además de los consejos anteriores, las personas con afecciones respiratorias también deben controlar sus síntomas en respuesta a los cambios de temperatura y al calor. Esto facilita el control de la respiración. En personas con asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el uso regular de medicamentos recetados o inhaladores también puede ayudar a controlar la inflamación y reducir la sensibilidad de las vías respiratorias a las fluctuaciones de temperatura.
Bao Bao (según la Clínica Cleveland, Oxygo Life )
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