La fiebre leve suele desaparecer en 24 a 48 horas. La fiebre persistente, incluso leve, puede causar cansancio. Además, la fiebre persistente puede ser una señal de alerta de una enfermedad subyacente.
La fiebre leve es una afección en la que la temperatura corporal supera los 37 °C, pero no los 38 °C, y dura más de 24 horas. La fiebre persistente es una afección en la que la fiebre dura más de 10 días. Por lo tanto, si la fiebre no desaparece después de 24 horas, se necesita medicación, según The Health Site .
Los resfriados y la gripe pueden provocar fiebre persistente.
La fiebre persistente puede ser un signo de las siguientes enfermedades:
Infección del tracto respiratorio
Las infecciones respiratorias comunes incluyen resfriados, gripe, faringitis, amigdalitis, sinusitis, bronquitis y neumonía. Los resfriados y la gripe son muy comunes. Los agentes causales son virus. El cuerpo responde aumentando la temperatura corporal para eliminar los virus y otros microorganismos patógenos.
Los síntomas comunes de las infecciones respiratorias incluyen secreción nasal, congestión nasal, dolor de garganta, estornudos, tos y fatiga.
Las infecciones del tracto urinario pueden causar fiebre persistente.
La fiebre persistente también puede ser una señal de alerta de una infección del tracto urinario. Esta es una infección causada por bacterias. Además de la fiebre, el paciente también presentará síntomas como dolor al orinar, micción frecuente y orina oscura.
Estrés
El estrés crónico puede causar fiebre persistente. Esta afección, llamada fiebre psicógena, es común en niños pequeños y personas con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica (SFC).
Los medicamentos comunes para reducir la fiebre, como el paracetamol, no son eficaces para reducir la fiebre causada por el estrés. En cambio, los pacientes deben tomar medicamentos que reduzcan el estrés y la ansiedad.
Tuberculosis
La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria puede permanecer latente en el organismo durante muchos años. Cuando el sistema inmunitario se debilita, la bacteria comienza a atacar al organismo, causando síntomas como tos, fatiga inexplicable, fiebre persistente y sudores nocturnos.
Si la fiebre persiste, el paciente debe acudir al médico para que lo examine y le administre el tratamiento adecuado. En el caso de bebés y niños menores de 3 meses, los cuidadores no deben administrar medicamentos sin consultar a un médico, según The Health Site .
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Fuente: https://thanhnien.vn/4-can-benh-co-dau-hieu-sot-dai-dang-khong-duoc-chu-quan-18524122700274199.htm
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