Un barco suicida Sea Baby ucraniano (Foto: Ejército ucraniano).
El 5 de marzo, barcos suicidas de la Armada ucraniana persiguieron a la corbeta misilística Sergei Kotov de la Flota rusa del Mar Negro, causándole graves daños antes de hundir el buque de 1.700 toneladas en las afueras del puerto de Feodosiya, en el sureste de Crimea.
El ataque con el dron Sea Baby extendió una notable serie de ataques por parte de una armada que ya no tiene muchos buques de guerra pero aún afirma haber destruido una serie de grandes buques de guerra de la Flota del Mar Negro.
El barco no tripulado Sea Baby de Ucrania se considera cada vez más peligroso.
En lugar de intentar penetrar los fondeaderos de los buques de guerra rusos individualmente o en pequeños grupos, los barcos no tripulados controlados por satélite atacan “en manadas” por la noche, de forma muy similar a como lo hicieron los submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero donde los submarinos alemanes se movían en enjambre, atacaban individualmente, y cada comandante elegía su propio objetivo y enfoque. En contraste, los operadores ucranianos de Sea Baby parecían coordinar estrechamente sus ataques, desplegando buques de guerra rusos concentrados, incluso en enjambre.
Momento en que un buque de guerra ruso se enfrenta a un barco suicida ucraniano en combate cuerpo a cuerpo.
La táctica coordinada quedó patente en un ataque reciente, cuando los Sea Babies atacaron al Sergei Kotov al amparo de la oscuridad. La tripulación del buque de guerra ruso detectó a varios Sea Babies acercándose a toda velocidad por detrás. La tripulación abrió fuego de inmediato.
Pero las imágenes del ataque muestran a un segundo grupo de barcos no tripulados aprovechando la distracción de los soldados rusos a bordo y atacando desde el lado desprotegido del barco.
Al parecer, los drones ucranianos no atacaron al Sergei Kotov. Más bien, atrajeron al buque de guerra ruso hacia aguas abiertas a las afueras de Feodosia. Allí, otro grupo de Sea Babies los esperaba. Fue este segundo grupo de drones el que atacó al buque ruso.
El ataque anterior de los drones Sea Baby al buque de desembarco ruso Caesar Kunikov frente a la costa sur de Crimea, en la noche del 14 de febrero, utilizó tácticas similares, según uno de los miembros de la tripulación del buque de desembarco.
Pero en lugar de presionar a César Kunikov, las lanchas no tripuladas abrumaron al buque de 4.100 toneladas. «La batalla duró 20 minutos», recordó el superviviente.
Cuatro de los diez barcos no tripulados de la armada ucraniana fueron destruidos. El quinto impactó al Caesar Kunikov por la popa, inmovilizándolo. Posteriormente, los barcos no tripulados 6, 7, 8 y 9 impactaron el barco, uno tras otro, por el costado izquierdo y más cerca de la popa, con el objetivo de volcarlo, declaró el tripulante.
Ucrania exhibe un barco suicida llamado Avdiivka con un alcance de ataque de 1.000 km.
Los barcos no tripulados de Ucrania se están convirtiendo cada vez en una amenaza mayor para Rusia, un país con una armada muy superior a la de su oponente.
Ucrania comenzó a utilizar barcos no tripulados cargados de explosivos en 2022 y afirmó haber roto el dominio de Rusia en el Mar Negro al atacar una serie de buques de guerra e infraestructura militar de Moscú.
El mes pasado, Ucrania afirmó haber destruido o dañado decenas de buques de guerra rusos desde el inicio del conflicto. Ucrania estima haber eliminado hasta un tercio de la Flota rusa del Mar Negro.
El general Ivan Lukashevych, del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), anunció que el país ha mejorado significativamente su flota de barcos no tripulados, haciéndolos más potentes, eficaces y peligrosos que antes. Afirmó que Ucrania ha creado la primera flota de USV del mundo , centrada en su variante más famosa: el Sea Baby.
Los expertos dicen que el bajo costo del Sea Baby y su operación remota le dan a Ucrania una ventaja en la guerra asimétrica contra Rusia, que a menudo lanza grandes cantidades de drones y barcos para interrumpir las defensas rusas y destruir objetivos.
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Fuente
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