La laguna de Tam Giang (provincia de Thua Thien Hue ), la más grande del Sudeste Asiático, es actualmente la fuente de sustento de casi 100.000 habitantes de la zona que se dedican a la pesca. De una zona peligrosa que generaba temores con el lema: «Miedo a Truong Nha Ho, miedo a la laguna de Tam Giang», ahora esa tierra ha experimentado numerosos cambios, claramente descritos en el Diccionario geográfico de Thua Thien Hue como «…uno de los pocos territorios de nuestro país con paisajes naturales y artificiales diversos, únicos, atractivos y poéticos…».
Navegando por la laguna de Tam Giang, no es difícil encontrarse con los barqueros, también conocidos como barqueros, en sus viajes de ida y vuelta para ganarse la vida. Son quienes siguen a los peces, pues se dedican a la pesca, así que dondequiera que haya peces, navegan en sus barcos. Los barqueros son en parte precolonizadores, indígenas, en parte migrantes de otros lugares, con todo tipo de componentes. Retrocediendo en la historia, antes del reinado de Tu Duc (1829-1883), los barqueros de la laguna de Tam Giang tenían un papel que no era respetado ni reconocido por la sociedad.
Hasta que existió un personaje llamado Hoang Huu Thuong (1837-1888), un hombre del agua, educado, talentoso, doctor y ministro de Obras Públicas y de Asuntos Militares. Nacido en una familia de pescadores y conocedor de la vida de los habitantes del agua, solicitó al tribunal que los asignara a una comuna, la comuna de Vong Nhi, compuesta por 13 aldeas a orillas de la laguna de Tam Giang. Desde entonces, la comunidad de aldeas del agua ha sido reconocida por la sociedad, y sus vidas han dejado una vívida imagen de la zona de la laguna hasta nuestros días.
Al viajar a la laguna, conviene comenzar el viaje temprano para contemplar el amanecer, cuando la bola de fuego roja aparece en el horizonte. Este es también el momento en que los barcos de los residentes de la hidroeléctrica regresan al muelle de la aldea de Ngu My Thanh, Quang Dien, tras una noche de pesca. Los productos se traen para venderse en el bullicioso mercado de pescado. Este lugar aún conserva su encanto original, pues no ha cambiado con el paso de los años. Camarones, cangrejos, gobios, carpas... son especialidades de la laguna de Tam Giang, y desde ese mercado temprano, se extenderán a los residentes de la zona.
Revista Heritage
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