
Imagine un automóvil con un gran imán pegado al frente y otro imán suspendido delante del automóvil para crear atracción.
Hipotéticamente, la fuerza magnética impulsaría el coche hacia adelante, sin combustible ni electricidad, moviéndose eternamente. Pero si eso fuera posible, la humanidad habría resuelto la crisis energética mundial hace mucho tiempo.
La idea de usar imanes para crear movimiento práctico ha sido estudiada seriamente por la humanidad durante siglos. Ya en 1269, el científico Petrus Peregrinus de Maricourt describió el principio de una rueda que gira por atracción magnética.
En el siglo XVII, John Wilkins propuso un modelo que utilizaba la gravedad para empujar una bola de hierro y crear un bucle sin fin.
A pesar de sus diseños elaborados y llamativos, todos estos modelos no lograron mantener el movimiento, simplemente porque violaban las leyes del movimiento de Newton, el fundamento central de la física clásica.
Específicamente, la Primera Ley del Movimiento establece que un objeto en reposo continuará permaneciendo en reposo a menos que actúe sobre él una fuerza externa.

La clave es la fuerza externa (Ilustración).
En el modelo del camión magnético, tanto el camión como el imán se encuentran en un sistema cerrado, y la atracción entre ellos solo funciona dentro de dicho sistema. Por lo tanto, no habrá ninguna fuerza repulsiva externa que actúe sobre el camión para moverlo.
Una analogía que muchos físicos usan es la de una goma elástica. Imagina que atas una goma elástica grande al frente de tu coche, luego sacas la mano por la ventanilla y la tiras hacia adelante.
Por mucho que tires, el coche no se moverá, porque toda la fuerza que creas reside en el sistema que lo componen tú y el coche. No se crea ninguna fuerza externa que altere el estado estacionario inicial.
La tercera ley del movimiento de Newton también ayuda a explicar esto: cuando un objeto ejerce una fuerza sobre otro, este ejercerá una fuerza igual y opuesta sobre el primero.
En el caso de un vehículo magnetizado, la atracción entre los dos imanes no produce un movimiento general, ya que las fuerzas de acción y reacción se anulan mutuamente dentro del sistema. Como resultado, el vehículo permanece estacionario, a pesar de todos los esfuerzos aparentemente creativos.
Algunas personas sugieren humorísticamente que si un coche magnético puede impulsarse hacia adelante, entonces hemos inventado accidentalmente una forma de movimiento perpetuo, que las leyes de la dinámica han demostrado que es imposible.
Una máquina que pueda mantener su propio movimiento sin consumir energía ha sido un sueño durante siglos, pero desafortunadamente, ha seguido siendo sólo eso... sueño.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/vi-sao-xe-gan-nam-cham-khong-the-hoat-dong-20250803065252211.htm
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