Hay muchos factores que influyen en la pérdida de peso, como la genética, la calidad del ejercicio y la dieta. Además, elegir los métodos de ejercicio adecuados para bajar de peso acelerará los resultados, según Eat This, Not That!
Concéntrese únicamente en perder peso o ganar peso.
Según Yeomans, cuando hacemos ejercicio adecuadamente y mantenemos una dieta saludable, las fluctuaciones de peso son normales.
Si el músculo es más grueso que la grasa, el peso tendrá poco efecto y la forma del cuerpo cambiará al hacer ejercicio.
Por lo tanto, evaluar la efectividad del entrenamiento en función del peso no es del todo preciso, sino que debe basarse en el porcentaje de grasa corporal y la masa muscular.
Hay muchos factores que afectan a la pérdida de peso como la genética, la calidad del ejercicio, la dieta...
No se hace regularmente
Bajar de peso es una combinación de una dieta saludable y una rutina de ejercicios adecuada. Por lo tanto, la pérdida de peso depende en un 80 % de la dieta y en un 20 % del ejercicio.
Comer algunas comidas saludables y hacer ejercicios ocasionalmente no será suficiente para producir resultados notables.
La dieta no funciona
Una dieta saludable y una rutina de ejercicio pueden ayudarte a perder peso. Sin embargo, muchas personas no logran mantener una dieta saludable, lo que puede ser un gran obstáculo.
Si haces ejercicio con regularidad pero comes poco, tu cuerpo usará la grasa almacenada para obtener energía. Por el contrario, si consumes demasiadas calorías, tu pérdida de peso se verá obstaculizada.
No dormir lo suficiente
Según Tyler Read, entrenador personal en Estados Unidos, la falta de sueño puede afectar las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo.
La Fundación Nacional del Sueño (NSF) recomienda que los adultos entre 18 y 64 años duerman de siete a nueve horas cada noche, y los mayores de 65 años duerman de siete a ocho horas cada noche.
estrés excesivo
El estrés puede afectar negativamente todos los aspectos de tu vida, incluida la pérdida de peso, incluso si haces ejercicio.
“El estrés crónico provoca que aumenten los niveles de cortisol, lo que promueve el almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal”, afirma Read.
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