El Dr. CKI Dinh Tran Ngoc Mai, del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh, respondió: «La cantidad de agua que consumimos y bebemos a diario contribuye al mantenimiento de las actividades metabólicas del cuerpo. En los calurosos días de verano, la temperatura ambiente oscila entre 35 y 40 grados Celsius, lo que provoca una gran sudoración para refrescarse. Además de la deshidratación, el cuerpo también pierde electrolitos y minerales. Sin embargo, el consumo de agua debe ser prudente y la cantidad debe distribuirse uniformemente a lo largo del día».
El uso de agua demasiado fría, por debajo de los 5 grados centígrados, en grandes cantidades puede aumentar el riesgo de sufrir dolor de garganta, dolor de muelas e infecciones a causa del hielo sucio.
Muchas personas también optan por beber agua helada para reducir la sed y el calor, y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, beber agua demasiado fría (menos de 5 °C) puede aumentar el riesgo de dolor de garganta, dolor de muelas e infecciones por hielo sucio, lo que puede afectar el sistema digestivo.
Por lo tanto, debe utilizar agua fría, a una temperatura de 10-15 grados centígrados en lugar de agua helada, beber lentamente, sorbo a sorbo para minimizar el daño.
Además, si trabajas o haces ejercicio al aire libre y sudas mucho durante mucho tiempo, necesitas complementar con líquidos que contengan electrolitos como agua de coco, bebidas deportivas , limonada, jugos de verduras y frutas... No debes consumir demasiados refrescos azucarados o jugos de frutas porque pueden causar un exceso de energía innecesario.
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