Tailandia legalizó la marihuana hace más de un año, pero el nuevo gobierno quiere revertir la ley, lo que podría tener un gran impacto en la sociedad.
Abrir una tienda de cannabis no era la principal ambición de Wassaya Iemvijan. El exabogado de Bangkok, Tailandia, recurrió inicialmente a la marihuana medicinal como "tratamiento alternativo" para combatir la depresión.
“Luché contra la depresión durante años”, dijo Iemvijan. “Descubrí que el cannabis me ayudaba, así que cuando se legalizó, decidimos abrir una tienda”.
Una planta de cultivo de marihuana en interiores en Bangkok, Tailandia. Foto: Reuters
El 9 de junio de 2022, dos días después de que Tailandia se convirtiera en el primer país del sudeste asiático en legalizar el cannabis, Iemvijan y su esposo, Nitikrist Attakrist, también abogado, solicitaron una licencia para cultivar y vender la planta.
"La profesión jurídica está sometida a mucha presión. Queremos educar a la gente sobre cómo sacar el máximo provecho del uso legal del cannabis, así como sobre las responsabilidades que conlleva", afirmó Attakrist.
Durante el último año, Tailandia ha experimentado un auge de la marihuana, con dispensarios apareciendo en casi todas las ciudades y pueblos del país.
Anteriormente, Tailandia consideraba ilegal la marihuana y aplicaba largas penas de prisión a quienes traficaran con esa sustancia.
Pero eso cambió tras la legalización total de la marihuana. Quienes visitan la famosa calle Khao San de Bangkok o el barrio de clase media de Thonglor perciben el aroma de la marihuana mezclado con los aromas especiados de la comida callejera. Ciudades como Chiang Mai incluso celebran festivales de marihuana.
Pero desde que el gobierno de coalición más conservador del primer ministro Srettha Thavisin llegó al poder, han surgido señales de que Tailandia podría revertir sus leyes de legalización del cannabis.
"El problema de las drogas se ha extendido recientemente, especialmente en el norte y noreste de Tailandia. No queremos otro problema", declaró el nuevo primer ministro Srettha. "Es necesario reescribir la ley. Podemos estipular que la marihuana solo se use con fines medicinales".
Todavía no está claro cómo afectará esto a Iemvijan y Attakrist, así como a innumerables otras empresas de cannabis, pero el futuro no parece brillante para ellas.
"Nos oponemos firmemente a cualquier legislación que pueda perjudicar a la industria del cannabis", afirmó Attakrist.
El cannabis medicinal es legal en Tailandia desde 2018, pero la ley de despenalización del cannabis de 2022 hace ilegal cultivar y vender cannabis y sus productos.
Según la nueva normativa, las cafeterías y restaurantes podrán servir comidas y bebidas con cannabis, siempre que contengan menos del 0,2 % de tetrahidrocannabinol (THC). El THC es el principal compuesto psicoactivo del cannabis.
Nitikrist Attakrist (izquierda) y su esposa, Wassaya Iemvijan, en su tienda de marihuana en Bangkok. Foto: CNN
Sin embargo, fumar marihuana en espacios públicos sigue siendo ilegal y aún se aplican severas sanciones según la Ley de Salud Pública de Tailandia.
"Nunca hemos pensado en apoyar a la gente para que use marihuana recreativamente o usarla de una manera que pueda causar molestias a otros", dijo el ministro de Salud tailandés, Anutin Charnvirakul.
De hecho, la mayoría del cannabis que se vende en Tailandia tiene un contenido de THC superior al 0,2%.
Los observadores dicen que el consumo público de cannabis está aumentando debido a las ambigüedades regulatorias.
"No existe una distinción clara entre fumar marihuana medicinal y drogarse, lo que ha contribuido a la alta tasa de uso recreativo de la marihuana", dijo Ley Singdam, propietario de una tienda de marihuana en la popular isla turística de Phuket.
Sin embargo, Ley cree que es demasiado tarde para arreglar las cosas. «El gobierno se equivoca si cree que cambiar las leyes sobre el cannabis impedirá que la gente lo consuma», declaró Ley.
Attakrist teme que el plan del nuevo gobierno de revertir las leyes de legalización del cannabis pueda afectar a las pequeñas empresas del sector.
“El gobierno debería haber estado mejor preparado desde el principio”, dijo. “Crearon un vacío regulatorio y ahora intentan imponer la carga a los empresarios y usuarios”.
Según los expertos, los agricultores que han abandonado cultivos tradicionales como el arroz para pasarse al cultivo de cannabis se verán muy afectados.
“Esta industria ha apoyado y creado muchos empleos, especialmente en las zonas rurales”, dijo Kitty Chopaka, empresaria de cannabis residente en Bangkok. “En última instancia, la gente debe tener voz. No creo que haya habido ninguna otra ley en la historia de Tailandia con un impacto mayor”.
Durante la campaña electoral, el partido Pheu Thai de Srettha prometió derogar la ley de cannabis de 2022. Pero el partido del primer ministro tailandés ahora está en coalición con el partido Bhumjaithai liderado por el ministro de Salud, Anutin, quien ha estado presionando por la legalización del cannabis.
El Partido Bhumjaithai se opone a que el cannabis se considere una droga. Sin embargo, ha declarado que buscará una supervisión más estricta de la industria.
Pero los expertos dicen que derogar la ley de 2022 y obligar a los negocios de cannabis a volver a la clandestinidad no es la solución al problema.
"El gobierno tailandés debería recopilar y analizar datos para que las decisiones se basen en evidencia concreta", afirmó Gloria Lai, directora regional para Asia de la Asociación Internacional de Políticas de Drogas.
Empleados de un negocio en Khaosan Road, Bangkok, preparan marihuana para la venta. Foto: Reuters
Iemvijan dijo que por ahora, a pesar de la incertidumbre política, el negocio de cannabis de ella y su esposo se mantiene bien.
“La situación en Tailandia es complicada… pero la mayoría de las pequeñas empresas como la nuestra no se oponen a las nuevas regulaciones si se encuentran dentro de un marco razonable y son fáciles de cumplir”, dijo.
Vu Hoang (según CNN )
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