El sudeste asiático no sólo es famoso por sus hermosas playas y su rica gastronomía , sino que también conserva muchos valores patrimoniales culturales y naturales extremadamente valiosos.
Templo de Borobudur en Indonesia, una maravilla arquitectónica budista. (Fuente: TripAdvisor) |
Maravillas del archipiélago
El templo de Borobudur, símbolo del budismo Mahayana y una de las maravillas arquitectónicas budistas más grandes del mundo , se encuentra en Magelang, Java Central, Indonesia.
Construida en el siglo IX, esta monumental estructura no solo es un testimonio del ingenio de los arquitectos antiguos, sino que también refleja la compleja interacción entre las singulares culturas india, china e indígena del archipiélago. Con más de 300.000 bloques de piedra apilados de forma elaborada, Borobudur es una obra maestra artística que alberga profundos valores históricos y culturales.
El templo tiene nueve plantas, seis cuadradas, tres circulares y una cúpula en la cima. El templo alberga un total de 504 estatuas de Buda, de las cuales solo la cúpula superior está rodeada por 72.
Borobudur es un popular lugar de peregrinación budista. Las peregrinaciones comienzan en la cima y recorren tres zonas que representan el concepto budista de los Tres Reinos del Universo: Kāmadhātu (Reino del Deseo), Rupadhatu (Reino de la Forma) y Arupadhatu (Reino Sin Forma). De camino a la cima, los visitantes recorren vastas escaleras y pasillos, junto a miles de relieves tallados en las paredes y barandillas. El templo es famoso por albergar la mayor cantidad de relieves del mundo.
Tras la caída de la dinastía budista Sailendra, el templo quedó abandonado durante diez siglos. En 1814, el gobierno colonial holandés en Indonesia envió una delegación de científicos europeos para estudiarlo debido a su estado de deterioro y deterioro.
En 1970, el gobierno indonesio solicitó ayuda a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El Programa de Restauración de Borobudur de la UNESCO reunió a casi 600 restauradores de renombre mundial para llevar a cabo una restauración a gran escala del templo, reubicando las piedras en su posición original. Esta operación duró 12 años y costó unos 50 millones de dólares.
Después de la restauración, el templo vuelve a irradiar la brillante luz de la arquitectura budista oriental, revelando su antigua grandeza, digna de ser una de las famosas maravillas de Asia.
Tesoro biológico de Kinabalu
El Parque Nacional Kinabalu, ubicado en la isla de Borneo, Malasia, no sólo es un destino turístico popular sino también uno de los tesoros de biodiversidad más valiosos del mundo.
Reconocido como Patrimonio Natural Mundial por la UNESCO desde el año 2000, Kinabalu alberga más de 4.500 especies de flora y fauna, incluidas 326 especies de aves, 100 especies de mamíferos y más de 110 especies de caracoles terrestres.
El parque abarca una superficie de 754 kilómetros cuadrados y rodea el monte Kinabalu, la majestuosa montaña con el pico más alto del Sudeste Asiático, formada entre 10 y 35 millones de años atrás. Con 4095 metros de altitud, el Kinabalu es una de las montañas más jóvenes del mundo, y aún crece a un ritmo de 5 mm al año.
Como uno de los destinos turísticos más populares de Malasia, el Parque Kinabalu tiene un terreno diverso, desde la selva tropical de tierras bajas hasta las frías montañas de las tierras altas, lo que crea un hábitat ideal para miles de especies, muchas de las cuales son endémicas, incluida la lombriz de tierra gigante de Kinabalu (un tipo de lombriz de tierra con el nombre científico Pheretima darnleiensis) y la sanguijuela roja gigante de Kinabalu (Mimobdella buettikoferi).
Los naturalistas estarán especialmente interesados en explorar el singular ecosistema de Kinabalu, que alberga una amplia variedad de orquídeas, incluyendo numerosas plantas carnívoras, en particular la rara Nepenthes rajah, una planta depredadora que solo se encuentra aquí. También hay numerosas especies de aves, mamíferos, anfibios, reptiles e insectos.
Ciudad antigua de Ayutthaya
Ubicada a unos 80 kilómetros al norte de Bangkok, Ayutthaya fue una vez el centro político, económico y cultural del Reino de Tailandia.
La antigua ciudad de Ayutthaya en Tailandia fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1991.
La antigua ciudad de Ayutthaya es un testimonio vivo del intercambio y desarrollo de la arquitectura del sudeste asiático. La arquitectura de Ayutthaya es una armoniosa combinación de los estilos arquitectónicos de Sukhothai, Angkor y la India, creando una característica única.
Se construyeron templos, palacios y otras estructuras según planes estrictos, con caminos, canales y fosos a su alrededor.
Al entrar en la carretera principal que conduce a la zona central, los visitantes verán estupas intactas, altas y majestuosas, completamente diferentes de los templos de Bangkok. Ayutthaya cuenta con numerosos templos antiguos como Wat Phutthaisawan, Wat Phra Mongkhon Bophit, Wat Pra Sri Sanphet y Wat Worachettharam, que constituyen valiosos destinos turísticos culturales y espirituales. Los visitantes pueden sentir la sacralidad y la tranquilidad al entrar en estos templos.
Ayutthaya es bastante grande, así que los visitantes pueden tomar un tuk-tuk, alquilar una bicicleta o explorarla a pie. El ciclismo es una experiencia interesante al recorrer y admirar los templos y torres que conservan el color del tiempo. Las carreteras pavimentadas son lisas y la distancia entre los templos es corta, por lo que es fácil desplazarse.
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El patrimonio cultural y natural, con su singular atractivo, ha desempeñado un papel importante en la promoción del desarrollo turístico sostenible. La explotación eficaz de los valores culturales e históricos del patrimonio no solo genera beneficios económicos, sino que también contribuye a la sensibilización pública sobre los valores patrimoniales, sentando así una base sólida para el desarrollo a largo plazo.
No sólo en Indonesia, Malasia y Tailandia, preservar y promover los valores patrimoniales en el futuro sigue siendo una de las principales prioridades de muchos países, incluido Vietnam.
El éxito de estos destinos ha demostrado que el patrimonio no solo es un patrimonio nacional, sino también un valioso recurso para el desarrollo turístico sostenible. Por lo tanto, la pregunta que debemos responder juntos es cómo replicar estos modelos exitosos y proteger estos valiosos patrimonios.
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Fuente: https://baoquocte.vn/suc-hut-di-san-dong-nam-a-289680.html
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