Por primera vez, los científicos han encontrado fragmentos de ámbar en las costas de la Antártida.
Los investigadores han recolectado especímenes de ámbar de todos los continentes y han podido aprender más sobre los bosques de la Antártida que alguna vez habitaron los dinosaurios. Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera eran altos durante el Cretácico, lo que provocó un calentamiento global . Además, la ausencia de la Corriente Circumpolar Antártica propició una mayor variedad de climas en la Antártida, lo que permitió el crecimiento de vastos bosques, hogar tanto de dinosaurios como de mamíferos.
Sin embargo, los científicos desconocen la naturaleza de estos bosques y los animales que habitaban en ellos, debido a la dificultad para acceder a los yacimientos fósiles. Un método consiste en perforar el lecho marino frente a la costa antártica, y un equipo dirigido por el Dr. Johann Klages, del Instituto Alfred Wegener, perforó frente a la isla Pine, en el mar de Amundsen. Dentro de una capa de 5 cm de lignito (carbón húmedo), el equipo encontró fragmentos de resina de árbol endurecida, llamada ámbar. Basándose en la edad y la composición del lignito, se estima que el ámbar tiene entre 83 y 92 millones de años y proviene de un bosque pantanoso compuesto principalmente por pinos.
Muchos árboles secretan resina al destruirse su corteza. Algunas resinas, especialmente las de los pinos, se fosilizan en condiciones adecuadas, preservando insectos, plumas y colas de dinosaurios. Se han encontrado fósiles de ámbar del mismo período en el sur de Australia, que entonces aún estaba unida a la Antártida. Ubicado aproximadamente a 74 grados de latitud sur y 107 grados de longitud oeste, el nuevo hallazgo es el espécimen de ámbar más austral jamás descubierto.
“Analizar el ámbar nos permitirá comprender directamente las condiciones ambientales que prevalecían en la Antártida Occidental hace 90 millones de años”, afirmó Klages. “Nuestro objetivo ahora es aprender más sobre el ecosistema forestal”.
El equipo trituró el lignito para su análisis, y los fragmentos de ámbar restantes eran muy pequeños, de tan solo 0,5 a 1 mm de diámetro, por lo que las probabilidades de encontrar formas de vida preservadas en su interior eran escasas. Sin embargo, los expertos encontraron numerosos fragmentos diminutos de corteza dentro del ámbar. Según el equipo de Klages, la resina probablemente fluyó durante un incendio forestal y quedó atrapada cuando el agua cubrió la zona y la protegió de los rayos ultravioleta. El hecho de que el ámbar sobreviviera y permaneciera transparente sugiere que nunca fue enterrado a grandes profundidades ni calentado hasta fundirse parcialmente.
Según la Propiedad Intelectual
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/phat-hien-khoi-ho-phach-tu-mot-bon-tram-tich-ngoai-khoi-nam-cuc/20241115120732838
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