El primer ministro Pham Minh Chinh ha enfatizado repetidamente que la descentralización y la delegación de poder deben ir de la mano con la asignación de recursos, la mejora de la capacidad de implementación de los subordinados y el diseño de herramientas para fortalecer la inspección y la supervisión.
No se trata solo de una medida técnica administrativa, sino de una profunda reforma institucional que demuestra una sólida mentalidad innovadora en la gobernanza nacional. Si se implementa con seriedad y sincronía, podría ser un punto de inflexión que allane el camino hacia una administración moderna, eficaz y eficiente, tal como aspiran el Partido, el Estado y el pueblo.
Un esfuerzo sin precedentes
La emisión simultánea de 28 decretos sobre descentralización y delegación de competencias es resultado de un proceso de revisión de la enorme cantidad de tareas y competencias de los ministerios, ramas y autoridades a todos los niveles. Según las estadísticas oficiales, se revisaron 6.738 tareas y competencias, de las cuales se propuso definir claramente 2.718 tareas clave: 1.470 tareas se descentralizaron a las autoridades locales; 1.248 tareas se dividieron entre los niveles provincial y comunal.
Esto no es sólo una cifra, sino un testimonio de un esfuerzo persistente, tenaz y muy sistemático para resolver la situación de “el gobierno central haciendo cosas por nosotros”, “las localidades esperando instrucciones” y la situación de “pedir y dar” que ha persistido en muchas áreas.
Delegado para crear fuerza
Nuevo pensamiento: Delegar para crear fuerza
Desde una perspectiva institucional, la descentralización y la delegación de poder son las manifestaciones más claras de la gobernanza según el modelo constructivista. En este modelo, en lugar de mantener el poder en el gobierno central, el Estado comparte el poder proactivamente con los gobiernos locales, para que estén más cerca de la ciudadanía, la comprendan mejor y actúen con mayor rapidez.
La descentralización no es solo empoderamiento, sino también asignación de responsabilidades. Las autoridades locales ya no son solo ejecutoras de órdenes administrativas, sino que también se convierten en sujetos de acción, innovación y resultados.
En particular, esta reforma ha situado al nivel comunal en el centro de la descentralización, dejando de limitarse al nivel provincial como antes. Esto refleja claramente una tendencia inevitable: cuanto más cerca de la gente, más eficaz es la gobernanza, siempre y cuando el nivel comunal cuente con la capacidad y las herramientas necesarias para actuar.
Jerarquía fuerte, pero no arbitraria
Cabe destacar que los decretos no son simplemente "delegaciones administrativas", sino principalmente descentralización y delegación real de competencias, con regulaciones específicas y claras sobre tareas, alcance, responsabilidades y mecanismos de supervisión. Este modelo ayuda a evitar la superposición, la elusión y la evasión de responsabilidades, que son debilidades inherentes al aparato administrativo actual.
La descentralización sin supervisión puede fácilmente conducir a la arbitrariedad. Pero la supervisión sin descentralización puede generar congestión e ineficiencia. Por lo tanto, la promulgación simultánea de 28 decretos demuestra que el Gobierno ha buscado un equilibrio entre autonomía y disciplina, entre dinamismo y control.
La descentralización sin supervisión es propensa a la arbitrariedad.
No son pequeños desafíos
Sin embargo, si queremos que este punto de inflexión no se convierta en un "paso en falso", debemos reconocer con franqueza los desafíos que tenemos por delante:
En primer lugar, la capacidad de implementación de los gobiernos locales sigue siendo muy diversa. Algunos lugares son capaces de asumir nuevas tareas, pero otros carecen de recursos humanos y financieros y están desorientados sobre cómo hacer las cosas.
En segundo lugar, las instituciones que apoyan la descentralización aún no están sincronizadas. Si el poder está descentralizado, pero el presupuesto, los recursos humanos y el sistema de supervisión aún no son adecuados, entonces el poder solo está "descentralizado en el papel". Como ha enfatizado repetidamente el primer ministro Pham Minh Chinh, la descentralización y la delegación de poder deben ir de la mano con la asignación de recursos, la mejora de la capacidad de ejecución de los subordinados y el diseño de herramientas para fortalecer la inspección y la supervisión.
En tercer lugar, la indecisión y el miedo a la responsabilidad siguen estando muy extendidos. Muchos funcionarios locales están acostumbrados a seguir instrucciones, no a tomar decisiones ni asumir responsabilidades. Si esta mentalidad no cambia, la descentralización será solo una formalidad.
Soluciones a la descentralización que no se estancan
Para que este enorme volumen de decretos realmente se haga realidad, es necesario sincronizar muchas soluciones:
1. Mejorar la capacidad de los funcionarios locales: No podemos delegar el poder en quienes no son capaces. Necesitamos invertir considerablemente en la formación y la mejora de la calidad de los funcionarios públicos, especialmente a nivel comunal, donde nos enfrentamos a numerosas tareas nuevas.
2. Perfeccionamiento de las instituciones financieras y presupuestarias: Es necesario que exista un mecanismo que permita a las localidades ser autónomas en el gasto y la explotación de los recursos locales, garantizando al mismo tiempo la publicidad y la transparencia.
3. Fortalecer la inspección, el seguimiento y la evaluación de resultados: No se trata de supervisar para retirar autoridad, sino de ajustar: fomentar las buenas prácticas y corregir las deficientes. Es necesario construir un sistema de evaluación basado en resultados de producto (KPI) en lugar de solo en procedimientos de entrada.
4. Innovación en el liderazgo y la gestión en todo el sistema: El gobierno central no puede seguir la costumbre de aferrarse al poder. Las localidades no pueden seguir la costumbre de exigir a los superiores. La descentralización solo es eficaz cuando todo el sistema es unánime, solidario, sincronizado, uniforme y simultáneo, como afirmó el Primer Ministro en la Conferencia del 14 de junio.
La descentralización es más que una mera cuestión organizativa: es una declaración de fe.
Visión a largo plazo: una administración pública cercana a la gente
Se puede afirmar que la promulgación simultánea de 28 decretos constituye un esfuerzo histórico. No solo resuelve los problemas actuales del aparato administrativo, sino que también sienta las bases para un modelo de gobernanza moderno, eficaz y accesible para la ciudadanía.
Si tiene éxito, será el primer paso hacia un modelo sólido de gobernanza local de dos niveles, allanando el camino para racionalizar el aparato, reducir los niveles intermedios y mejorar la capacidad de gestión en la base, donde la gente accede directamente al gobierno.
En el contexto en que el país está entrando en una era de profundo desarrollo, con expectativas de fortaleza, autosuficiencia y prosperidad, reformas como ésta son la clave para abrir el futuro.
Transferir el poder no es solo una cuestión de organización; es una declaración de fe. Fe en el gobierno local, en la capacidad del sistema y, sobre todo, en la capacidad del país para ser autosuficiente. Es hora de confiar y empoderar, para que todos los niveles de gobierno puedan trabajar juntos para construir un Vietnam fuerte y próspero, con un pueblo feliz y próspero.
Dr. Nguyen Si Dung/VGP
Fuente: https://baothanhhoa.vn/phan-cap-phan-quyen-mot-buoc-ngoat-kien-tao-trong-quan-tri-quoc-gia-252173.htm
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