Después de cada chaparrón, mi padre se ponía un impermeable, un sombrero cónico, una cesta de mimbre a la cintura y una linterna en la frente para ir a buscar ranas. Mi padre trabajaba duro todas las noches, adentrándose en los campos, y a veces volvía a casa al amanecer con una cesta llena de ranas.

Salchicha de rana: una deliciosa especialidad del campo.
Cuando trajeron las ranas a casa, mi padre les quitó la piel y la carne. Mi padre dijo que al pelarlas y quitarles la carne, no las lavara con agua fría, porque si se mezclaba con agua fría al machacar la carne, no estaría deliciosa y sería difícil hacerla puré.
Papá lo sazonó con un poco de sal, salsa de pescado, pimienta, limoncillo y chile, lo mezcló con la carne de rana, lo puso en un mortero de piedra y lo machacó hasta que la carne de rana estuvo blanda y despegada. Luego, hizo bolitas redondas con las albóndigas de rana.
Las tortas de rana se fríen en aceite hirviendo hasta que quedan esponjosas y doradas. Papá las saca y las sirve en un plato.
El fragante aroma de la salchicha de rana nos inundó la nariz, emocionándonos. Y como siempre, mi padre siempre nos dejaba comer un trozo primero.
La fragante, dulce y grasosa salchicha de rana hace que tu boca la desee con solo mencionarla.
La salchicha de rana debe ir acompañada de una salsa especial. Esta salsa es una mezcla de buena salsa de pescado, un poco de azúcar, chile y ajo.
Especialmente para la salsa de salchicha de rana, no pueden faltar unas finas hojas de limón. La salchicha de rana está deliciosa con arroz blanco, fideos o cocinada con brotes de bambú. El dulzor de la carne de rana, el aroma de las hojas de limón y el toque picante del chile la hacen inolvidable después de comerla una vez.
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Fuente: https://danviet.vn/nhai-dong-con-dong-vat-hoang-da-ngoai-ngoi-bo-ruong-bat-den-pin-soi-bat-lam-cha-nhai-ca-lang-khen-20241112145255994.htm
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